Capítulo 9

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- Buenos días Anna.-me dice tan normal Ryan.

- ¿Sabes la hora qué es, Ryan?- le digo intentando ocultar mi enfado.

- La hora perfecta para que te cambies y nos vayamos a desayunar y conocer Las Vegas.- lo miro con el ceño fruncido porque son las ocho de la mañana y no sé de qué coño me está hablando.

- Dame diez minutos para cambiarme, espérame ahora salgo...- le digo un poco más relajada

- Te estaré esperando aquí mismo.- contesta apoyándose en una de las paredes del vagón.

Entro en el vestidor y empiezo a mirar mi ropa. Mientras lo elijo pienso, el tren salió de la primera parada, hizo una segunda parada dónde se subieron mis amigos y ahora para en las Vegas... Será mejor que salga con Ryan antes de que mis amigas me arrastren hacia la perdición...

Cuando acabo de vestirme, he elegido un vaquero corto y una blusa de flores junto a mis Converse, salgo de mi habitación donde Nick aún duerme.

Ryan y yo vamos al vagón comedor, yo desayuno tortitas de chocolate con café, y Ryan desayuna de todo un poco, no sé como puede comer tanto... A las nueve ya estamos saliendo del tren. Nos quedan once horas hasta las 8, que el tren se pone en marcha, para visitar las Vegas.

Primero fuimos a Bellagio que es un resort lujoso estilo europeo, también visitamos las Vegas strip, donde hay un casino, solo perdimos 20 dólares entre los dos. Hay un circo bastante entretenido, fuimos de compras, que quede claro que fue él el que se compró unas deportivas y no yo, y luego después de comer unas hamburguesas, visitamos algunos hoteles para verlos por dentro.

En uno de ellos que estaba ambientado en barcos y piratas, no sé como, nos convencieron a Ryan y a mi para participar en uno de los espectáculo, la cosa es que estoy atada a un poste disfrazada de dama en apuros y Ryan vestido de pirata luchando con los trabajadores del hotel con espadas. Estaba pensando en mis cosas cuando noto unas manos soltar la cuerda que me tenía retenida a este poste la misma persona que desata las cuerdas me coge de la cintura y me pone en su hombro, como si fuera un saco de patatas.

- Imbécil suéltame que nos vamos a caer.- grito asustada, no quiero caerme.

- Ya cállate, que te voy a sacar de aquí.- Ryan me sujeta más fuerte para que no me caiga, ya que tengo las manos atadas, y corre conmigo al hombro mientras yo grito. Después de salir del hotel, nos damos una última vuelta por la Vegas antes subirnos al tren y seguir viajando. Me iba a comprar una manzana de caramelo, pero Ryan me la paga.

- De verdad que no hace falta...- le digo sincera.

- Déjame comprártela, fui yo quién te convenció de entrar a ese hotel y participar en el espectáculo.- Me río en el momento fue incomodo, pero ahora que lo pienso fue muy gracioso, sobretodo para el público que se rió de nosotros, pero bueno ya no hay nada que hacer. Me compra la manzana y vamos juntos de vuelta al tren. Cuando aún no hemos llegado, un policía se me acerca y me dice.

- Hola, guapa, sabes qué podrías conseguir algo mejor que eso.- me dice con tono seductor.

- No, gracias la manzana está muy buena.- intento pasar por al lado pero me retiene cogiéndome de los hombros y acorralándome contra la pared.

- Yo me refería al maricón que llevas de acompañante... ¿Te apetece venirte a comisaría? Y pasamos un buen rato...- dice otra vez con tono seductor y pegándose más a mí.

- No, es que mira llegó tarde...- intento pasar por el lado pero me retiene contra la pared.

- Amigo, la señorita no quiere estar contigo porque no la dejas en paz.-dice Ryan al policía.

La Chica Del TrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora