Capítulo 7

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María seguía aporreando la puerta hasta que Lucía por fin la abrió. Estaba despeinada, con el pantalón mal puesto y aún se estaba colocando la camiseta. Subió los brazos para acomodarse el pelo, pero no le dio tiempo cuando María ya estaba tirando de ella para llevarla a su habitación.

- Si vas a salir ponte algo de ropa- dijo María a Scott antes de cerrar la puerta de su habitación de un portazo.- Anna cuéntale a Lucía lo que me acabas de decir.-me ordena María.

- Resumiendo, esta noche tengo una "cita"- soy incapaz de decir esa palabra sin hacer una mueca con la cara- con Nick.- termino de decir.

- No me jodas- ni Lucía ni María eran capaces de cerrar la boca ni los ojos por la sorpresa.- Espérate, Anna, ¿cómo has pasado de que te encierre en tu habitación, a tener una... cita... con él?- me pregunta Lucía extrañada.

- Me ha dicho que sentía lo que había hecho y que para que lo perdonará me iba a invitar a cenar...- No logro acabar la frase cuando María me interrumpe.

- Además le ha dicho que se ponga el vestido azul marino de seda que le regalamos para su cumpleaños- hace una pausa para respirar- se nos está haciendo mayor...- abanica su cara con las manos fingiendo estar emocionada.

- ¿A qué hora habéis quedado?- me pregunta Lucía.

- Me ha dicho que a las 20:30 en el vagón comedor, y que vaya mona- esto último lo digo entre dientes. De verdad que no sé si odiarlo o no.

- Pues María tan solo tenemos dos horas para intentar arreglar... esto- dice Lucía señalándome. Acto seguido me coge cada una de un brazo y empiezan a tirar de mi en dirección a mi habitación.

Ya en mi habitación, me obligan a ducharme rápido. Después de la ducha empiezan a "peinarme" pero eran más tirones de pelo que otra cosa.

- También puedo ir con el pelo suelto...-digo.

- No nos parece que vayan con una ardilla muerta en la cabeza a tu cita- como repuesta a su comentario me cruzo de brazos- ni se te ocurra moverte que mientras María te sigue peinando, voy a empezar a maquillarte.

- Ah no, eso si que no, yo no me maquillo.

Una hora y media más tarde.

No me puedo creer, que después de lo que ha sido una eternidad, aún sigo amarrada a esta silla. Llevo casi dos horas sentada, con las manos atadas a los reposabrazos de la silla (estoy atada porque mis queridas amigas me tenían que maquillar, sí o sí) mientras me peinan.

- Anna, te he dejado en el baño la ropa que te vas a poner para tu cita. Como no te cambies te vas a enterar- me amenaza María con las planchas para el pelo.

- Ponte la ropa interior, colocare el vestido y ahora te ato la cremallera- me dice Lucía intentando parecer amable. Y digo intentando, porque literalmente me está empujando para que entre en el baño- como se te mueva un pelo o se te corra el maquillaje te juro que te quedas sin brazos y piernas.

Entro al baño me visto y salgo para que Lucía me suba la cremallera.

Cuando solo quedan cinco minutos para mí cita ya estoy preparada, Lucía y María, se fueron como hace veinte minutos, porque también van a cenar con sus respectivas parejas.
Es que resulta que hay hoy una cena especial para parejas pero como siempre, soy la última en enterarse.

Voy hacia el vagón comedor, cuando me encuentro a Ryan hablando por teléfono.

- No, no me ha dado tiempo... Si, va con otro... No, yo no puedo hacer nada a estas alturas, tendré que esperar a otro momento... Si, ya sé que me pagas para esto, ¿pero qué quieres que haga que lo mate?... ¡No voy a matar a nadie!... Ya buscaré la manera de que se venga conmigo y no con ese capullo, que lo único que ha hecho hasta ahora ha sido darme dolor de cabeza... Vale, yo me ocupo... Hablamos en otro momento... Adiós...- cuelga y se gira, me ve quieta mirándolo y abre los ojos, si me pregunta si lo he escuchado miento, mejor no que soy malísima mintiendo.

-Voy a cenar.-digo de manera brusca antes de que Ryan diga algo.

- Ah vale. ¿Por que vas tan arreglada? Es sólo una cena.-me dice entrecerrando los ojos y deslizándose sus ojos por mi figura.

- Es una cena especial esta noche y me han invitado a ir y no he podido decir que no... Bueno voy ya que se me está haciendo tarde y no quiero ser impuntual- voy lo más rápido que puedo con los tacones que mis amigas han elegido para mí, estuvieron como quince minutos dudando entre estos y otros que me iba a prestar Lucía. Paso por el lado de Ryan con la cabeza agachada, pero no me da tiempo ha seguir ya que me retiene cogiendo mi brazo.

- ¿Podrías desayunar mañana conmigo? Quiero hablarte de una cosa. Pero procura que tus amigas no se metan, quiero hablarlo contigo, a solas- la última palabra la dice en un susurro.

- De acuerdo, mañana nos vemos- me despido y voy al vagón comedor con prisa ya que voy justa de tiempo.

Cuando llego, me encuentro con un Nick en un traje negro. Sigue con su  pelo castaño despeinado, algo que me gusta y...

Me acerco a paso lento a Nick, aún no me ha visto, esta apoyado en una pared mirando por la ventana. Puedo verle su perfil, su mandíbula marcada, sus ojos algo tapados por su pelo despeinado, desprende un aura misteriosa. Cuando estoy a medio metro de él me acerco y le saludo.

- Hola...- digo bajito.

- Hola... Guau, Anna estás... Guau- dice dándome un repaso con la mirada.

- Gracias- digo poniéndome roja.

- Ven, entremos, tengo reservada la mejor mesa. Vas a pasar una velada mágica...- dice dejándome pasar primera.

La Chica Del TrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora