Victoria's Secret Girl [j.b.] BOOK #1

"Algo mas que tabaco"

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"Algo más que tabaco"

-El hecho de que estés con el no significa que no hagas nada.-
-Nunca dije eso-gruñí. El tonto tono de sarcasmo de Louis solo...me sacaba de quicio.- iré a la sesión, te llamare para lo demás.
-Llámame un día antes, eres algo despistada.
-Y tu un hijo de pu*ta
Escuche su risa sonora y colgué. Me deje caer de espaladas al colchón de la cama perfectamente ordenada, a los pies de Justin que miraba televisión despreocupadamente recargado en la cabecera. Suspire.
-¿Todo bien?-rodé por mi cuerpo completo, hasta quedar recostada en mi abdomen, me recargue en los ante brazos para mirara a Justin y asentir.-¿Segura? ¿Qué fue lo último?
-No interesa.- reí.

El resto de la tarde la pasamos en la habitación. En el único lugar en el que parece no somos personas del interés público. Si no solo chicos tratando de vivir una vida de adultos. Cuando por el ventanal entraba la luz de un atardecer en NY pedimos la cena. Pusimos un poco de música y nos divertimos de la manera más sana que había hecho en mi vida. Bebiendo soda, comiendo pizza.
Al final termine tendida en la cama, perdida en mi sueño.
No fue sino hasta que escuche ruido en la habitación que desperté. Ya era de noche y el reloj marcaba casi las ocho. Me puse de pie un poco atontada y alise la falta que se había subido hasta mis muslos. Con los dedos desenrede un poco mi cabello y lo ate con un elástico que encontré tirado.
Corrí las puertas de la habitación, dejando a la vista un recibidor en completo desorden. Justin estaba sentado en el sofá con los codos sobre las rodillas y los ojos cerrados. Me acerque a él sin que lo notara y bese su mejilla. Su cuerpo dio un salto y yo di un paso atrás de sobresalto.
-___-susurro con una sonrisa en el rostro. Sus manos alcanzaron mi cintura y me atrajo a su regazo. Sus labios no tardaron en tomar los míos.
Correspondí el beso con suma ternura, disfrutando cada movimiento lento y liviano. Cada sensación.
Estaba perdida. Pero alguien tosió fingidamente he instintivamente me aleje.
Mis mejillas se tiñeron de rojo intenso cuando vi frente a mí a Pattie.
Joder, era como si cada vez que me encontraba en mi peor estada, llegara ella. Tan inmaculada como siempre. Con una sonrisa maternal en el rostro, pero diversión en los ojos.
-¡Sra. Bieber!-trate de ponerme de pie, pero las manos de Justin me regresaron al mismo lugar, golpeando su entre pierna en el proceso. -Justin...-murmuré avergonzada.
Por fin me soltó y me pare de golpe, tambaleándome hacia delante, mi pierna golpeo con la esquina de la mesa y una punzada de dolor me recorrió la espinillera.
-Mierda.
-¡____! -Exclamo Justin tomándome de la cadera.
Hoy no era mi día.
-¿Estás bien?-pregunto Pattie.
-Hujum-balbucee. Me trague las lagrimas y sonreí. Así o más ridícula.
-¿Segura?-agrego.
-Sí. No es nada.
Logre saludar a Pattie sin tropezar con mis propios pies o llevármela conmigo en la caída. Ella me dedico una sonrisa, como si nada de aquello acababa de pasar, pero yo solo quería morir o enterrar la cabeza bajo la tierra durante el resto de mi vida.
{...}
Algo me oprimía el pecho. No sabía que era. Pero no me dejaba dormir. El brazo de Justin me rodeaba por el vientre pegándome contra su pecho. Sentía que todo mi cuerpo ardía y debía salir de ahí.
Me escabullí de entre su cuerpo y abandonar la cama. El se movió incomodo, pero al final suspiro y siguió con la respiración tranquila.
Anduve por la habitación a tientas hasta toparme con mi bolso, saque la caja de cigarrillos y un encendedor. De mi maleta saque un par de jeans y un suéter tejido. Mis mejillas seguro estarían rosadas. Cuando el frio aire de NY me azoto sentía que no podía respirar mas ¿Qué era lo que me sucedía?
Me senté en el suelo del balcón, encogiéndome contra la pared. Hecha un ovillo, encendí el cigarro.
Narra Justin:
Abrí los ojos de golpe, sintiéndome faltante de algo. Busque con las manos el cuerpo de ___ en la cama, pero ahí solo estaba yo. Mi corazón dio un vuelco ¿Se había ido? Mi cabeza se lleno de infinidad de miedos. Me puse de pie y la busque por toda la habitación. Nadie. El baño estaba solo, la habitación, el recibidor, el balcón....
Lo primero que logre ver fue una nube de humo apestosa de tabaco. Fruncí el ceño al ver a ____ envuelta en sus propios brazos, con la mirada perdida en las luces de la ciudad. Su frágil cuerpo estaba en una esquina de la terraza. Ella ni siquiera noto mi presencia.
-Cariño...
Su cabeza giro y sus ojos se plantaron en mí. Pero no mostro ningún sentimiento o expresión.
-¿Qué haces aquí?-Se encogió en hombros, regresando la mirada a la ciudad. Puso el cigarrillo entre sus labios y segundos después lo quito. Espero un poco para sacar el humo.
Me acerque a ella y sin decir nada me senté frente a ella.
-Se que no te gusta que fume pero...
-tranquila-intervine.- ¿Qué pasa?
Tardo un poco en contestar.
-Es gracioso-rio, pero se mostraba herida, casi rota. Me contuve por no tomarla entre mis brazos y estrujarla con fuerza.- La primera vez que estuve con alguien tenía quince.
Sentí una bola de cera en mi garganta, evitado que pudiera respirar con normalidad. Imaginarme a una pequeña niña de quince años fingiendo ser mayor. Jugando a ser madura. Me mato.
-El chico solo dijo "Tener sexo con tu mejor amiga es algo incomodo" me sentí tan...
-___
-El no era mi mejor amigo.-ignoro mi llamado- se supone que era mi novio.
No se a donde quería llegar, pero me dolía tanto como a ella. Habían jugado con aquella pequeña. Por un momento me sentí culpable, por no estar para ella en ese momento.
-Y entonces-sonrió con amargura- Me ofreció un cigarro. Ese fue mi primer cigarro. - tomo el cilindro que despedía una pequeña luz por la orilla y lo fregó contra el suela, apagándolo. -Desde entonces nada fue igual.
Trague en seco. Su historia iba a algo mucho más que el cigarro. Algo más profundo, que la hacían lo que era.
-Y entonces llegas tu, a abofetearme sin antes avisar y desde entonces. No sé donde me encuentro. Contigo no se que esperar Justin...
-Ten por seguro que no será un cigarrillo o un comentario del asco después de hacer el amor.
Por primera vez, me miro con una sonrisa en la cara. Una sonrisa rota.
-No te quiero para un rato, ____. Te quiero para vivir.
-¿Qué quieres decir?
-Que no soy la clase de chico del que tú me estás hablando. Porque yo si te amo.
La tome por lo hombros, para dejarla sobre mí, enterró el rostro en mi cuello. La abrace con fuerza y le rogué que no llorara mas. Porque no estaba sola.