"Ryan Seacrest"

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Capitulo Cuarenta y Cuatro.

Desperté a mitad de la noche, con la boca seca y un dolor pulsante en la parte posterior de la cabeza. La habitación estaba a oscuras y Justin dormía a mi lado, como un pequeño niño; vulnerable y frágil. Sus labios entreabiertos y su  abdomen desnudo brillando por la luz de la luna, entrando por la ventana. Lo observe en silencio, con las ansias creciendo cada vez más en mi interior.  No era posible amar a alguien de esa manera, era imposible; sin embargo, aquí estaba, actuando como una loca idiota por un chico.

Suspire con cansancio y trate de girar mi cuerpo sobre las sabanas, para así dormir, pero en cuanto trate, el dolor en la cabeza se intensifico y me sentí repentinamente tan mareada que las nauseas simplemente vinieron.

Me incorpore de golpe y tambaleándome, corrí hasta el baño de la habitación.

Apenas tuve tiempo de reaccionar, cuando estaba con las rodillas contra el suelo y trataba de controlar mi respiración.

El sabor amargo subió por mi garganta y me hizo jadear cuando me quemo la boca. Era asqueroso.

—¿____?— escuche la soñolienta voz de Justin desde la habitación.

Con las manos temblando violentamente tome a tientas papel higiénico, mientras tiraba de la cadena. Pero fue demasiado tarde; cuando el sabor amargo volvía a subir.

—_____— Esta vez Justin sonaba alarmado.  Le escuche ponerse de pie y caminar.

Antes de que pudiera entrar, tome una gran calada de aire y me incorporé un poco para azotar la puerta cerrándola de golpe.

—¿______?

—Estoy bien, ya voy.

— ¿Segura? ¿Qué sucede?

—Nada Justin— jadee sosteniéndome del lavamanos y poniéndome de pie. Todo a mi alrededor de movía como carrusel. — Déjame. 

—No.

Y antes de que pudiera hacer algo, la puerta fue abierta y Justin entro.

—Dijiste que estabas bien— susurro viniendo a mí.

Me sostuvo por los brazos, mientras se hacía cargo de la situación, de mi situación.  Tiro de la cadena, bajo la tapa y sin mirarme me levanto y me sentó como pequeña niña sobre el lavamanos.

—Me vestiré, te ayudare a cambiarte e iremos al emergencias— proclamo abriendo el grifo y con una toalla, limpio mi rostro, blanquecino.

—Estoy bien, Justin— rodé los ojos.— Solo quiero dormir, mañana tengo trabajo.

—No me interesa, dormirás de camino al hospital. 

Por fin me miro, estaba serio mientras me extendía el cepillo de dientes; ya con dentífrico en el.

Trate de no mirarlo tan hostilmente cuando metía el cepillo en mi boca. Fue casi enseguida; el sabor dulzón de la menta me revolvió el estomago, si no hubiera sido por Justin, que me sostenía por la cintura, me hubiera venida abajo. Fruncí el ceño y escupí con asco lo que había en mi boca.

—Tranquila— murmuro Justin acariciando mi mejilla.

—Mmm…—Gimotee débil— no puedo, así que trata de no besarme.

La luz del pequeño consultorio de emergencias, me causaba jaqueca, mientras trataba de no estar molesta con Justin por haberme traído hasta el primer hospital que se topo (a costa de mis deseos) El viaje había sido tan corto y rápido que; uno; no pude dormir y dos; me sorprendió que no nos detuvieran por acceso de velocidad.

Victoria's Secret Girl [j.b.] BOOK #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora