Victoria's Secret Girl [j.b.] BOOK #1

"Prueba de embarazo"

Capitulo Cuarenta y Seis;

En cuanto abrí la puerta del departamento, los delegados brazos de mi mejor amiga me rodearon por el cuello, estrujándome contra ella. Ese leve movimiento, fue como un botón de autodestrucción; me aferre a Miley y me vine abajo. Me vine abajo como nunca antes, sollozando contra su hombro, temblando; llena de miedo, llena de pánico.  No me sentía como la súper modelo _____ Kennedy, me sentía como una idiota niña pequeña, llorando por no saber qué hacer.

Miley logro tranquilizarme y entonces juntas subimos hasta mi habitación, donde volví a refugiarme a la cama. Miley vino conmigo, sentándose a la orilla del colchón y acariciando mi hombro, casi maternalmente.

—¿Ya se lo dijiste? A Justin, me refiero.

—No.

—Deberías.

—Ni siquiera he hecho la prueba, quizás solo estoy… actuando paranoicamente y no es más que estrés y una infección  y todo estará bien y pronto no estaremos riendo de esto y será divertido durante un mes. Después todo regresara a la normalidad y…

—Oh, _____

No sé en qué momento mi rostro se lleno de lágrimas y estaba siendo acogida por mi mejor amiga, quien se limito a permitirme sufrir un poco, antes de enfrentar la realidad.  

Hubo un momento, en el que ya no sollozaba, solo jadeaba y nuestras respiraciones era lo único que se escuchaba en la habitación. Entonces Miley hablo;

—Creo que es hora.

Mi cuerpo tembló violentamente. Pero no hable, no creía ser capaz.

Me puse de pie con las piernas flojas y tome la arrugada bolsa de papel marrón que Miley me extendió. En su interior, tintineo el plástico de la prueba; como burlándose de mi. 

Justo antes de entrar, a lo que parecía mi juicio final, me vire para mirar sobre mi hombre a Miley. Ella percibió el pánico en mis ojos, pues me mostro una pequeña sonrisa de aliento.

Entonces entre. Entre y me quede helada durante casi diez minutos. No me moví, solo observe el inodoro y lo que entre mis manos sostenía. Una y otra y otra vez, hasta cansarme y convérseme que debía poner fin a eso. Me tambalee hasta la taza de baño, en la que me senté y saque la caja larga y blanca.  

«Prueba de embarazo»

Una enorme sonrisa se entendió por todo mi rostro ¿Que estaba haciendo? Esa era una locura. No podía estar embarazada. Simplemente; no. Había un montón de razón por lo que un embarazo estaba muy lejos de ser cosa mía. Pero había algo pequeño e insistente en mi interior; que me golpeaba contestemente, como queriéndome hacer entrar en razón. 

Mi sonrisa pronto fue borrada.

Leí una y otra vez las instrucciones. Tratando de atrasar todo eso. Pero final lo hice y salí del baño con las manos temblando y un gran nudo en la garganta.

—¿No reiremos de esto? — pregunto Miley cautelosa.  

Sonreí y fui hasta donde ella se encontraba, agitando la prueba de embarazo en espera.

—Aun no lo sé.

Hizo una mueca.

—¿No crees que Justin debería estar aquí?