Un buen amigo me dijo que, al momento de sentarte a escribir una historia, lo primero que debías tener pensado era el final.
Ya pasó más de un año desde que esta loca idea llegó a mi cabeza.
Doppelgänger inicio precisamente con ese final en el que Graham apunta al pecho de Merybeth mientras el amor de su vida está moribundo en la nieve. Literal, eso fue lo primero que vi.
Con Dilema sucedió algo similar. La escena en la iglesia, Alex robándose el protagonismo, y Graham perdiendo lo poco que tenía, llegó a mí con la misma facilidad con la que estos tres personajes han desarrollado la trama.
Para cuando vino la idea de Redención la conclusión de la historia fue clara. Ya sabía en qué terminaría y, aunque cada vez que pienso en lo inevitable me pongo a llorar, de igual forma siento alivio porque, como es que comprendí más tarde, hubo un acuerdo tácito entre ellos como personajes, y yo como el medio para contar sus aventuras.
Aquí se inicia la conclusión de una historia que significa mucho para mí. De antemano les advierto que no todos estarán contentos con lo que se viene; sin embargo, Merybeth, Alex y Graham decidieron qué final quería cada uno y lo menos que puedo hacer, después de todo lo que han traído a mi vida, es respetar sus deseos.
Muchas gracias por haberle dado la oportunidad a Doppelgänger y por todo el apoyo que han mostrado.
Sin más, disfruten su lectura.
Karen Roch.
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Redención [Saga Doppelgänger]
Paranormal«Merybeth, por ahí dicen que somos la suma de pequeñas cosas. Nuestro presente, quienes somos, no es más que la acumulación de momentos efímeros que parecieran insignificantes, pero que no lo son. ¿Qué tanto modifica tu destino un beso en Roma? Me c...