Capítulo 4: ¿Cambio?

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Narra Bonnie.

Terminé de hacer todos los quehaceres, como por milésima vez, y finalmente me senté en el sillón de la sala. Esta vez, me había esmerado más en repetir los quehaceres, ya que no quería que los pensamientos negativos, volvieran a inundar mi cabeza... ¡Sobre todo, ahora!. Miré el reloj, ya casi era hora de que Bon llegara...

Luego de algunos minutos, la puerta se abrió y Bon anunció su llegada...

Suspiré... Me levanté del sillón, y caminé hasta él...

-Bienvenido...- Sonreí.

-¡Hola, conejito!...- Respondió, sonriendo y dándome un beso en los labios, el cual duró bastante tiempo.

Seguía consistiendo en lo mismo, sólo juntábamos nuestros labios, no los movíamos de ningún modo... Cuando nos separamos, ambos sonreímos...

-¿Cómo te fue?- Pregunté.

-Me fue bien, gracias... Hablé con mi jefe acerca del contrato, y pues... Le expliqué mis razones para rechazarlo, y aunque no quedó muy convencido, decidió respetar mi decisión, diciéndome que tal vez, más adelante, tendría otra oportunidad como esa... ¡Claro, lo dijo irónicamente, ya que es muy difícil conseguir oportunidades como esa, dos veces!...- Bon se rió- ¿Y a ti?- Me preguntó.

-Bien... Lo mismo de siempre...- Traté de reírme, en forma bromista, en vez de amargarme.

Aún me sentía mal de que Bon hubiese rechazado una gran oportunidad para su carrera... ¡Pero, en fin!...

-¿Qué preparaste de cenar?- Me preguntó, sonriendo.

-¡Nada!- Contesté, cortante.

Mi esposo me observó, incrédulo...

-¿Eh... Pero, porqué?...- Preguntó, confundido.

Yo di media vuelta...

-¿No dijiste en la mañana que tú también podías hacerlo, y que no lo tomara como una ayuda?... ¡Pues hazte tú, la cena!... ¡Por mí, no te preocupes... Ya comí!...- Crucé los brazos- ¡Ya hiciste el desayuno y tu almuerzo... Si no quieres que lo considere una ayuda, pues hazlo todo completo y prepara tu cena!...- Espeté, con firmeza.

Bon me observó con los ojos abiertos, debido a la extrañeza... ¡Tuve que aguantar las ganas de reír!...

-Está... ¿Bien?... ¡Si eso quieres!...- Habló, dirigiéndose a la cocina.

Pero antes de que entrara, lo jalé del brazo y me reí...

-¡No era enserio!... ¡No tomes todo, tan enserio!- Dije, entre risas.

Él me observó, aún extrañado, pero luego, se echó a reír...

-¡Me la creí, Bonnie!...- Contestó, riéndose.

Nos reímos durante algunos segundos...

-Era broma... Lo haré yo, sólo que tendrás que esperar a que la prepare... ¡Me llevará una hora, más o menos!...- Dije, con un gesto pensativo, calculando mentalmente.

Bon hizo una mueca de horror, mientras desviaba la mirada... ¡Se le veía algo hambriento!...

-¡Para entonces, ya habré muerto!...- Me siguió el juego.

Me reí nuevamente...

-¡No hablo en serio!... ¡Ya está listo!... Espera, ya te sirvo...- Hablé, en tono bromista.

-¡Lo sé!...- Se rió- ¿Te ayudo?...- Me preguntó.

Negué con la cabeza, volviendo a dejarle clara mi postura... ¡Lo bueno fue, que no insistió tanto!...

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