Matrimonio

Capítulo 15: ¿El fin?

Narradora:

Meg estaba totalmente dolida con las palabras de Bon... ¿De verdad, ya no le importaba todo lo que habían vivido juntos?, ¿Realmente le importaba más ese idiota de ojos rojos que sólo lo hacía sufrir, que ella que lo había dado todo por él?... ¡No lo podía creer!. No es que ella quisiera ocupar el lugar del otro, pues ya se había resignado a que no tenía oportunidad, aunque estaba segura de que si no hubiera sido mujer, lo habría logrado... ¡Pero sí quería que el peliturquesa se diera cuenta de su valor, y se diera la oportunidad de ser feliz con alguien que sí lo valorara y lo amara de verdad!... ¡Y no se rendiría hasta lograrlo!...

No sabía porqué, pero algo le decía que Bonnie no era alguien bueno ni confiable, al mismo tiempo, la actitud que había tomado últimamente, le causaba un poco de miedo. Sin embargo, eso no la detendría, a pesar de que su hermano insistía en que no se siguiera entrometiendo en eso...

-¡Ya déjalos, Meg!... ¡Déjalos ser felices a su rollo!- Le repetía, una y otra vez, exasperado.

-¡Tú cállate, que estoy segura de que harías lo mismo, si estuvieras en mi lugar!... ¿O no me digas que dejarías que esa rubia... Chica o como se llame, se quedara con alguien que la hiciera sufrir?, ¡¿No harías lo posible por demostrarle que ella vale más que eso?!...- Preguntó, a modo de reproche, dejando a Fox, sin saber qué decir, así que simplemente bajó la mirada...- ¡Lo supuse!...- Espetó con firmeza.

El pelirrojo suspiró con desgano...

-¡Entiendo a lo que te refieres!... ¡Pero tú también deberías entender que si Bon ya te ha dejado claro, que no quiere que te metas en su vida, es porque no quiere salir de donde está!...- Miró a su hermana de una forma más suave- ¡Por favor, Meg!... ¡Ya no compliques más las cosas!... ¡Eso sólo te perjudicará!...- Aclaró con cierta frustración.

La chica se quedó pensativa... ¡Sabía que su hermano tenía cierta razón, pero no quería rendirse ahora!...

¡¿De verdad, debía dejar de intentarlo?!...

La oji-ámbar no quería que Bon siguiese sufriendo por culpa de ese estúpido que no sabía valorarlo, pero también sus fuerzas y su uso de razón le advertían y le decían que parara, que descansara... ¡Qué dejara de intentarlo!.

No quería que el pelimorado alardeara de que él había tenido la razón todo el tiempo, pero eso a ella, no le importaba demasiado... ¡Lo que realmente le importaba era el bienestar y la felicidad de Bon!.

A pesar de todo, ella había decidido que no se rendiría, aún si eso le costaba la amistad de Bon, estaba segura de que después, se lo agradecería... ¡Se daría cuenta de que ella tenía razón!.

Los días pasaron y la cabeza de Meg, no dejaba de darle vueltas al mismo asunto. Justo había decidido salir a la calle y pensar con más claridad las cosas. Se encontraba caminando, cuando una silueta se colocó justo en frente de ella, bloqueándole el paso. La chica alzó la cabeza para ver a la persona que se encontraba al frente, y se sorprendió...

-¿Leo?...- Preguntó, algo desconcertada.

-Hola, Meg- Saludó con seriedad.

La oji-ámbar la observó de arriba a abajo...

-¿Qué haces aquí?...- Preguntó, confundida, al ver que no iba a dejarla avanzar.

-Vine a hablar contigo de algo serio... ¡Necesito que prestes atención a mis palabras!- Espetó con extrema seriedad, cosa que a Meg le causó escalofríos, pero trató de no demostrarlo.

-¿Qué tienes tú que hablar conmigo?... ¿Es algo grave?...- Preguntó, intentando mantener su voz firme.

-¡En teoría, sí!- Respondió, sin cambiar su postura- Escúchame, Meg, porque sólo te advertiré esto, una vez...- Aclaró con voz fría- ¡Aléjate de Bon!- Habló finalmente.