Matrimonio

ESPECIAL, PARTE 2: ¡Tendrás lo que quieres... Pero, perderás lo demás!

Narradora:

Finalmente la mañana llegó. Eran un poco más de las 6:30 am, y Meg fue la primera en despertar... Las sábanas cubrían ligeramente su cuerpo, y al fijarse en quién tenía al lado, no pudo evitar sonreír, al mismo tiempo que el dolor y la amargura afloraban en su pecho... ¡Pues sabía que todo quedaría allí, en una simple noche... Un simple error a causa del licor!, ¡Pero que sin duda, jamás olvidaría!...

Sin saber porqué, un ligero escalofrío recorrió su cuerpo, haciéndola temblar... ¡¿Qué estaba pasando?!... De pronto, sintió la presencia de alguien más en la habitación, y al mirar al frente, se dio cuenta de que no se equivocaba... ¡Abrió desmesuradamente los ojos, mientras sentía cómo el pánico y el terror comenzaban a invadirla, haciéndola soltar un grito que despertó al peliturquesa!...

-¡¿Qué?!... ¡¿Qué pasa?!...- Preguntó, sin darse cuenta de la situación en la que estaba.

En ese momento, observó que la oji-ámbar no tenía nada de ropa... Luego se observó a sí mismo, lleno de temor, sólo para comprobar que efectivamente él tampoco estaba vestido... ¡Rayos, no puede ser!... ¡¿Qué diablos había hecho?!...

Estuvo a punto de preguntarle a Meg qué era lo que había pasado, pero al observar sus ojos llenos de angustia y de pánico, mirando fijamente hacia el frente, él también miró... ¡¿Qué era lo que la aterraba tanto?!...
Al ver, se dio cuenta de la razón... ¡Y el terror, angustia y pánico se cuadruplicaron por mil para él!...

¡¿Qué rayos hacía él ahí?!... ¡¿Desde cuándo estaba ahí?!...

El oji-rubí clavó su mirada en uno y otro aleatoriamente... ¡¿Sus ojos realmente no le engañaban?!... ¡¿La imagen ante él era real?!...

Tanto la chica como el moreno lo observaban a él, sumamente atemorizados... ¡Uno más que el otro, por distintas y obvias razones!...
Bonnie no mostraba expresión alguna, estaba como ido... ¡Pero su pecho estaba ardiendo!... ¡Un profundo dolor se había apoderado de él, carcomiendo todo su interior, quemando todo de sí!... ¡Una creciente ira invadía todo su cuerpo!... ¡Pero no lo hacía notar: Su cuerpo estaba rígido, sus ojos mostraban dolor y vacío, sus labios estaban entreabiertos, tentados a hablar o tan siquiera gritar... Pero nada salía de ellos!...

¡Su cuerpo estaba allí... Pero su alma y mente le habían abandonado!...

-¡Bonnie!...- El peliturquesa susurró aquello, sintiéndose de lo peor.

Su voz pareció hacerlo reaccionar, levantó la cabeza y le miró... ¡Sus ojos se cristalizaron!...
¡¿Cómo pudo hacerle eso?!... ¡Se había entregado a él, por fin, sin reservas!, ¡Por fin, había abierto su corazón!... ¡Al fin, se sentía listo para aceptar y decirle que lo amaba!... ¡¿Y le pagaba de esa manera?!...

¡Nunca, en todos sus años de matrimonio, pese a que no lo amaba, jamás le fue infiel!... ¡¿Porqué él sí lo había sido?!...
De verdad, ¡¿Ya no le amaba?!... ¡¿Por eso quería divorciarse?!...

¡Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos!... ¡No dejaba de preguntarse el ''Porqué''!...

¡Quería gritar, golpearlos, reclamarles... Matarlos!... ¡Pero no hizo el menor movimiento!...

El moreno sólo quería morirse... ¡A pesar de que el pelimorado no le decía nada, sus ojos le reclamaban miles de cosas, sus lágrimas también hablaban por sí solas!... ¡Se odió a sí mismo, por todo aquello!... ¡Se sintió una basura de persona!... ¡Odiaba verlo así, odió verlo llorar... Por su culpa!...

El oji-rubí dirigió su mirada a la oji-ámbar... ¡El odio era más que evidente, y ella lo percibió!...

¡¿Acaso el moreno quería dejarlo... Por ella?!... ¡¿Ella se había aprovechado de sus problemas?!... ¡¿Le había estado metiendo ideas en la cabeza al peliturquesa?!... ¡Ella quería quedarse con SU esposo!... ¡Por SU culpa, se estaban divorciando!...