Matrimonio

Capítulo 17: Si juegas con fuego... ¡A veces, te quemas!

Narradora:

Pasaron varios días en los que la inestabilidad del pelimorado aumentaba, pero lo extraño de esto, es que esa misma inestabilidad, lo hacía sentir estable... ¡Aparte de que había aprendido a ocultarla muy bien!... Aún así, tenía muchos momentos de lucidez, los cuales, no duraban demasiado, en comparación a su inestabilidad... ¡Un día podía ser él mismo, y los demás días, podía estar en un estado de oscuridad, algo peligroso!...

¡Era confuso y algo contradictorio, pero que si se analizaba bien, tenía sentido!...

La situación del peliturquesa, no era muy diferente, pues su inestabilidad también estaba aumentando, pero a diferencia del otro, éste no era capaz de ocultarla. A pesar de que no se había dejado hundir completamente, todavía estaba muy dolido, y aunque sus amigos trataban de ayudarlo, la felicidad que podían contemplar en él, era bastante efímera, en comparación a sus estados depresivos... ¡Pero su mejor amiga, Meg, no se daría por vencida!.

Ella lo seguiría ayudando, pese a todo... ¡Aún a riesgo de que pasara lo peor!...

¡Pasara lo que pasara, ella se quedaría con él!...

El peliturquesa salía bastante a menudo con Meg, ya que podía distraerse y olvidar sus problemas por un rato, además de poder desahogarse con ella, respecto a su situación. Aún así, la oji-ámbar no quería decir nada, ni expresarle su opinión al respecto, ya que aún, no lo veía prudente... ¡Debía ser cuidadosa y jugar bien las cartas!, ¡Era algo arriesgado, pero por Bon, era capaz de todo!...

Luego de haber pasado un día más, al lado de Meg, el moreno regresó a su casa, preparándose para enfrentar nuevamente al pelimorado...

-¿Dónde estabas?- Le preguntó, con molestia... ¡Aunque obviamente, ya lo sabía!.

El peliturquesa seguía sin dirigirle la palabra...

-¡Bon, respóndeme!- Alzó la voz, empezando a perder la paciencia.

¡Silencio!...

-¡Me estás llevando al límite, con tu actitud!- El tono de voz que utilizó, sonó más a una advertencia -¡Si sigues así, me obligarás a hacer algo, que en verdad, no quiero hacer!...- Volvió a advertir.

El moreno no lo miraba...

-¡No quieres hablar, está bien... Pero te advierto... No juegues con fuego!... ¡Es peligroso!- Espetó finalmente, para luego, retirarse de allí, dejando al peliturquesa, al borde de las lágrimas.

Sin embargo... ¡Algo en sus palabras, lo dejó inquieto!...

El pelimorado se encerró en la habitación, y suspiró con frustración...

¡¿Qué táctica debía usar?!... ¡¿O debía probarlas todas, a ver cuál surtía efecto?!...

¡No lo sabía con exactitud!... ¡Pero de una cosa, sí estaba seguro... Debía sacar a Meg del medio!...

''¡Ya deja la diplomacia!... ¡Déjamelo a mí, y ya no tendrás que volver a preocuparte!... ¡Estando todo en el estado en que está ahora, será muy fácil, deshacernos de ella!'' Habló, su parte negativa.

''¡¿Dices... Matarla?!... ¡Pero yo no soy un asesino!...'' Respondió, en su mente.

''¡Oh, venga... No me salgas con eso, ahora!... ¡A estas alturas, ya deberías haber aceptado la realidad!... ¡Deja de engañarte a ti mismo!'' Le reprochó.

''¡No!... ¡Aún conservo el equilibrio!... ¡Sólo porque está escrito que sea así... No tiene porqué ser así!... ¡Toda regla tiene sus excepciones!...'' Trató de debatir, el pelimorado.