Capítulo 3. ¿Vampiro yo?

242 18 33
                                    



Despierto en una cama que me es familiar. Miro a mí alrededor y veo mi equipaje en una esquina de la habitación. Ahora recuerdo, esta fue la habitación que Jake me dio ¿Pero como termine aquí? recuerdo que luego de que deje mi equipaje, fuimos al cine y... nada más, intento buscar en mi mente lo que paso después, pero solo me llega la imagen de una intensa niebla.

-¡Oh! ya despertaste-exclama un hombre entrando a la habitación.

Me basta con mirarlo uno segundos para reconocerlo. Es el padre de Jake, Arthur. Viste un Smoking color marrón, lleva puestos sus lentes y desprende esa aura de seriedad que es tan característica de él.

—¿Cómo te sientes?-continua, ayudándome a ponerme de pie.

—Me duele todo el cuerpo y no recuerdo cómo fue que termine aquí.

— Ya veo-dice arreglando sus lentes- después de lo que paso, es normal que la memoria falle.

—¿Qué fue lo que paso?

—Tú y Jake fueron atacados—dice con total seriedad—el responsable de dicho ataque fue un vampiro.

Mi pulso se acelera y todos los recuerdos vuelven a mí en un instante. Ahora recuerdo, Jake y aquel hombre pelearon, y, luego el... recuerdo el dolor que me transmitían sus colmillos mientras se incrustaban en mi cuello, recuerdo aquella sensación de miedo que corría por mis venas, la impotencia de haberme quedado inmóvil, lo recuerdo todo. Pero ¿Cómo es que sabe el señor Arthur que lo que me ataco fue un vampiro? y aun mas, hablar tan calmado sobre eso.

—De seguro te estás preguntando, ¿Cómo es que se sobre la existencia de los vampiros? ¿Verdad? Bueno, eso es porque...

—Porque somos guardianes-interrumpe Jake, entrando a la habitación.

-Así que ya puedes caminar- dice el señor Arthur.

—Si padre, ya estoy bien.

—¿Guardianes?- digo, intentando entender lo que está pasando- ¿Qué significa eso?

—Los guardianes somos quienes mantienen la seguridad concerniente a las criaturas  sobrenaturales. Nos encargamos de combatir a quienes pongan en peligro la paz y mantener el orden en el mundo. Piensa en nosotros como policías de lo sobrenatural.

—¿Criaturas sobrenaturales? 

Creo que el dolor de cabeza me  esta haciendo alucinar un poco.

—Así es, criaturas como vampiros— dice el señor Arthur— entiendo que toda esta información de golpe debe ser un poco difícil de asimilar, pero son cosas  que debes saber a partir de ahora.

Mi cabeza se siente pesada, como si no pudiera resistir todas las cosas que está recibiendo en tan poco tiempo, como si el saber todo esto trajera nuevamente aquellos sentimientos que me invadieron en esa noche oscura. 

Después de todo yo tenía razón, aquello que vi esa noche fue real, aquella maniática carcajada no era producto de un trauma, era el recordatorio de que aquel vampiro logro dejar en mi el terror que en ese momento sentí.

— ¿Por qué? Cuando intente probar que mis padres fueron asesinados por vampiros usted no hizo nada, no me dijo nada, ni a mí ni a los policías ni a nadie, aun sabiendo la verdad. Estos cinco años he vivido peleando conmigo mismo tratando de convencerme de que aquello que vi fue una simple ilusión, y volví aquí porque ya estaba empezando a creerlo, empezaba a olvidarme de todo eso, Y ahora después de tanto tiempo ¿Me dicen que son cosas que debo saber? —digo mientras las lagrimas por alguna razón brotan de mis ojos—después de tanto tiempo me dicen que aquello que vi era real ¿Por qué ahora?

Ambos se quedan mirándome fijamente, y veo como el rostro del señor Arthur se llena de melancolía.

—Entiendo cómo te sientes—dice el señor Arthur—Yo lamento no haberte dicho nada, lamento haberte dejado con la duda de si lo que viste era real o no, pero no podía hacerlo, la existencia de los seres sobrenaturales es un secreto, no podía contártelo. Como guardián hice todo lo posible para encontrar al responsable, pero no pude hacerlo, aquel vampiro desapareció como niebla y hasta el día de hoy no lo hemos localizado.

—Entonces, si dicha existencia es tan secreta no se supone que debiera contármelo, yo no recordaba nada de lo que paso anoche, pero usted me hizo recordar ¿Por qué lo hizo?

—Eso es porque ahora es imposible que no te veas involucrado con lo sobrenatural.

— ¿A qué te refieres Jake?

—Bueno Alex, esta es la situación... el vampiro que nos ataco, al morderte, te convirtió a ti también en uno... ahora eres un vampiro.

Mi mente queda en blanco por un momento, y mi ritmo cardiaco asciende rápidamente, ¿Vampiro yo?  Imposible, yo no puedo ser uno de esos monstruos, no puedo haberme convertido en la misma cosa que asesino a mis padres.

Miro hacia el espejo que está colgado sobre la pared y no doy crédito a lo que veo... mis ojos, están de color azul.

—Lo bueno es que...- continúa Jake.

—Mátenme-digo sin titubear —si voy a vivir el resto de mi vida como un monstruo, prefiero acabar con esto aquí y ahora.

-No te vamos a matar Alex.

-¿Por que no?—digo con molestia— asesinaste al vampiro que me mordio, haz lo mismo conmigo.

—Ese vampiro tenia intenciones hostiles asi que no tuve opcion, pero tu no eres un peligro, ademas, aun no eres del todo un vampiro. Cuando te mordió ese vampiro de ojos azules, use una técnica de los guardianes para sellar la mitad de tus poderes vampíricos.

— No me importa si es solo la mitad, no viviré sabiendo que soy un monstruo.

—Tal vez no tengas que hacerlo. Los medio vampiros pueden volver a ser humanos mediante un exorcismo.

— ¿Eso es cierto?

—Si —confirma Arthur—Aunque para eso necesitamos un exorcista, yo iré en busca de uno. podría tardar un buen tiempo, pero no te preocupes, prometo que volveré con él, además aprovechare y tratare de encontrar información sobre el porqué de esos ojos azules, nunca había visto algo tan singular.

—Que tengas buen viaje padre.

—Jake, mientras no esté tú eres el único guardián de la ciudad —Contesta el señor Arthur—este territorio es muy grande, no te confíes.

—No te preocupes—contesta Jake con seguridad—me asegurare de mantener el orden.

—Por último, Alex sé que esto puede ser muy difícil para ti, pero cree en mi, lo solucionare.

No digo nada. solo  vuelvo a mirar al espejo con asco hacia mi mismo.

—Adiós.

Cuando la puerta se cierra, el silencio invade la habitación por unos minutos.

Yo aun intento analizar todo lo que he escuchado, yo soy un vampiro, un ser igual a aquel monstruo que me causo pesadillas, igual a ese que hirió a mi mejor amigo, yo ahora soy como ellos, un monstruo.

— ¿Estás bien? —dice Jake—han sido muchas cosas de golpe.

—Supongo que es una pregunta capciosa—esas palabras salieron de mi boca con una frialdad que no esperaba—Solo  necesito estar a solas.

—Estaré en la habitación de al lado, llama si necesitas algo.

—Si.

Jake sale de la habitación.

Este debe ser mi castigo, mi castigo por haber sido débil, porque no fui capaz de hacerle frente a mi pasado, corrí de él, intente ignorarlo, huir, lo que sea menos aceptarlo y por eso este me ha perseguido siempre, por mi falta de valentía me he convertido en mi pasado, me he convertido en aquello que mas temo y más odio, aquello que intente negar con tanta fuerza que se volvió real, me convertí en un vampiro.

Vota si te gusto

Vampiro azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora