Vampiro azul

Capítulo 43

Hace cuatro años

"Han pasado casi seiscientos años desde la última guerra y la firma del acuerdo de paz entre razas. Durante todo ese tiempo los guardianes hemos mantenido a raya cualquier amenaza que atentara con perturbar dicha paz, ganando la confianza y amistad de todas las razas inteligentes en el planeta; a excepción de una: Los vampiros. Han pasado cuatrocientos años desde la última vez que el rey vampiro mantuvo contacto con el resto de las razas. Desde entonces todo intento de establecer comunicación con el reino vampírico ha sido un fracaso. Esto ligado al severo aumento de clanes organizados de vampiros en diferentes-'ciudades nos ha llevado a considerar al reino vampírico como una posible amenaza. Es por eso que encargamos a su escuadrón encontrar la manera de infiltrarse en su territorio y averiguar que está sucediendo allí.

Pondremos a su disposición todos los recursos posibles, pero esta misión debe permanecer en secreto al resto de las especies y cualquier participación de miembros externos a su escuadrón queda totalmente prohibida"

La carta que había recibido Bran, líder del escuadrón de persecución de parte de los altos mandos guardianes conocidos como la corte.

No importa por donde se viera, aquella era una misión imposible. Encontrar la isla de los vampiros era equivalente a encontrar un aguja en un pajar, solo que en este caso el pajar era todo el planeta. Incluso los pocos que habían alguna vez visitado aquel lugar no podrían jamás trazar un mapa con su ubicación. Tanto había sido el esfuerzo de Vlad Tepes por ocultar a su gente, que ni siquiera él podría ya encontrar aquella isla por métodos convencionales. Aun así, después de seis meses absorbiendo y analizando las escasas gotas de información que habían recopilado, el escuadrón de Bran había descubierto la existencia de un portal que llevaba a aquella isla. Aunque por siempre debía quedar oculto, aquel logro sería el mayor orgullo de sus vidas; Y también la antesala a su más grande tragedia.

Así fue como, con la luna como único testigo, 13 guardianes se adentraron en las ruinas del castillo Poenari.

—Es aquí.

Aunque el resto no pudiera ver más que escombros, no dudaron en lo absoluto en las palabras de Mirlen, era el único de ellos que tenía conocimiento sobre la magia.

— ¿Puedes abrirlo?

—Sí, solo tomara unos minutos.

—Bien. Creo que todos ustedes ya lo saben pero lo repetiré una vez más. Nuestra misión está limitada a explorar e investigar sin ser descubiertos—Hablo Bran mientras Mirlen intentaba abrir el portal, a pesar de tener apenas veinte años, hablaba con la seguridad del más experimentado de los hombres — El sigilo será nuestra prioridad, no podemos permitir que ninguno de nosotros sea capturado, es por eso que nos moveremos en grupo en todo momento. Y lo más importante...

—Debemos evitar totalmente el conflicto y retirarnos ante cualquier posible amenaza. Lo sabemos lo sabemos, lo has repetido cientos de veces.

Todos voltearon a ver a la chica de ojos esmeralda, no le molestó en lo absoluto, ya estaba acostumbrada a recibir esas miradas de desaprobación.

—Esas son las reglas de estas misión ¿Alguna pregunta?

¿Qué hace ella aquí? Nadie tuvo el valor para vocalizar esas palabras, pero sin dudas ese pensamiento recorrió las mentes de los guardianes.

Si hablamos de habilidades, no había nadie que dudara del inmenso potencial que poseía Jade Evergreen. Desde la academia había destacado por su capacidad de combate y agilidad mental. El problema era su personalidad, tanto talento se veía opacado constantemente por su falta de autocontrol y rebeldía. Constantemente actuaba de manera radical, ignorando los procedimientos reglamentarios y resolviendo todo por la fuerza. Es por eso que sus compañeros estaban intranquilos sabiendo que participaría en una misión de este tipo.