Capítulo 39. Exorcismo

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Mientras la sangre de su anterior víctima se esparce por el suelo, un hombre reia de manera enferma observando los efímeros intentos de la mujer que intentaba escapar de sus garras.

—Alexander hu...

Su cuello se rompió antes de terminar esa frase y su cadáver cayo al lado del de su concubino.

—No te preocupes pequeño Blue, a diferencia de tus padres no tendrás tiempo de sentir dolor.

Los mismos diálogos, la misma carcajada, el mismo terror.

El pequeño niño contemplaba la escena horrorizado. Su instinto natural le demandaba huir inmediatamente pero era inútil. Su mente había colapsado a tal grado que su cuerpo no ejecutaba movimiento alguno.

—Adiós.

Las uñas del vampiro aumentaron su tamaño y el fin parecía inevitablemente trágico.

—Ya es suficiente Zedd!!!

Una mano salió de la oscuridad para detener aquellas garras.

....

Narra Alexander

Mis ojos se abren y respiro de manera agitada.

La pesadilla ha terminado. Siento el temblor involuntario de mi mano junto con las gotas de sudor deslizándose por mi frente.

Desde el asesinato de mis padres, he tenido el mismo sueño casi a diario. No eran simples imágenes en mi cabeza. Los pasos que daba, aquella risa, incluso el olor a sangre en cada uno de esos sueños se sentía extremadamente real. Era como si dormir me devolviera exactamente a aquel momento, como si estuviera siendo arrastrado hacia aquella habitación para verlos morir una y otra vez.

Eventualmente desarrolle insomnio y ansiedad. En realidad, esa fue la razón por la que abandone isla Zafiro y a todos los que conocía. No quería que vieran en lo que me estaba convirtiendo. Pensé que abandonar este lugar haría que las pesadillas desparecieran antes que mi cordura. Pero eso no paso. Durante el día todo estaba bien, pero en la noche llegaba el infierno.

Así viví durante cinco años en completo silencio. Nadie más que yo supo de estas pesadillas. Ya me consideraban algo loco por la idea de que un monstruo asesino a mis padres, ¿Que pensarían cuando les dijera que ese mismo monstruo aparecía cada noche en mis sueños para torturarme?

Aun no puedo creer que me haya convertido en lo que hace tan solo unos meses era mi mayor miedo. Ahora que lo pienso, desde el día en que ese vampiro me ataco, no había vuelto a tener ese sueño.

De hecho, es como si se tratase de algo diferente. Todas las veces anteriores era como si las pesadillas fueran flashbacks de lo que vi aquella noche. Esta vez, es como si estuviese viendo la mismas escenas pero desde otra perspectiva.

El sonido de unos pasos acercándose llega a mis oídos sacándome de mis pensamientos. Solo entonces logro observar mi entorno. A pesar de la destrucción de los muebles y el enorme agujero en el techo, aun puedo reconocer mi habitación.

¿Cómo llegue aquí?

Mi mirada se mueve instantáneamente hacia la manija que es girada desde el otro lado abriendo la puerta.

— ¿Estás bien Alexander?

— ¿Señor Arthur?¿Fue usted quien me trajo aqui?

Creo que estoy teniendo un dejavu.

—Si. Cuando me entere de que la ciudad había sido puesta en cuarentena supe que algo andaba mal, así que decidí volver antes, incluso use uno de los portales de emergencia que hay en la ciudad. Lamentablemente no llegue a tiempo para detener el conflicto.

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