Vampiro azul

Capítulo 37. Caos

Narra Alexander.

El último golpe de Henry me manda directo al suelo. Mi vista se empieza a nublar y mis parpados se sienten pesados. Pero antes de perder por completo el conocimiento siento el tacto de alguien sobre mi pecho y mis ojos vuelven a abrirse para observar con sorpresa la luz blanca que emana de las palmas de Eunice y se introduce dentro de mi cuerpo.

—Ese salvador no será otro que Alexander Blue. El vampiro azul—Me quedo mudo ante la declaración de Eunice que antes de caer al suelo logra vocalizar una última oración—Te dejo el resto a ti Alex.

Siento la energía corriendo por mis venas como si de sangre se tratase. Mis heridas se curan a un ritmo tan acelerado que tras unos segundos ya no queda rastro alguno de ellas. Me siento incluso más poderoso que antes.

Me levanto para ver hacia Eunice. Esta inconsciente. Ella me entrego toda la energía que le quedaba, me confió su futuro, el futuro de todos. No la decepcionare. La cargo en mis brazos y tras saltar unos cuantos metros, recuesto su cuerpo sobre un árbol.

—Descansa. Juro que para cuando despiertes, todo este habrá terminado.

Doy otro salto, volviendo a mi posición inicial.

—Esa maldita mujer. ¿Qué tu eres el salvador? ¿Un repugnante vampiro como tú? No permitiré una blasfemia así.

¿Blasfemia? ¿Qué acaso cree que es una especie de dios o algo así?

A unos cuantos metros, Henry respira de manera forzada mientras se pone de pie con dificultad. Ya no puedo percibir la abrumadora energía que lo rodeaba hace unos momentos, al igual que la luz que despedía su vestimenta que aunque sigue conservando su color dorado, ya no brilla con la misma intensidad que antes.

—Tienes razón, después de que termine contigo Henry, dudo que ¨Salvador¨ sea la palabra correcta para describirme.

Irritado el rubio cierra su puño y corre hacia mí. Es más lento que antes. Henry alarga un puñetazo pero para sorpresa tanto suya cómo mía, logro hacerme a un lado antes de que pudiera golpearme

¿Logre esquivarlo?

Sin pensarlo dos veces contraataco propinando un golpe en la cara a Henry que se tambalea hacia atrás algo aturdido. Me aproximo para asestar otro golpe pero el reacciona a tiempo y tras evadir el golpe responde con un derechazo en el estomago para luego proseguir con una sucesión de golpes en la cara que hacen que mi cuerpo se tambalee abruptamente de un lado a otro.

Un último golpe es lanzado por mi oponente pero nuevamente consigo evitar el impacto inclinando mi cuerpo a un lado. Alargo un puñetazo hacia Henry pero este coloca sus brazos a modo de defensa y mis puños chocan contra el duro material de su armadura que lastima mis nudillos. Doy un salto hacia atrás para conseguir algo de distancia.

Hay algo diferente con Henry, sus ataques aunque siguen siendo poderosos, parecen haberse debilitado considerablemente, creí que había sido suerte el haber logrado esquivar uno de sus golpes pero en esta ocasión pude notarlo, tanto su fuerza como su velocidad parecen estar decayendo poco a poco. Ahora que lo pienso, esa energía que me dio Eunice, lo más probable es que perteneciera a él. Su absorción de energía debe haber reducido el poder de Henry.

Esta podría ser mi oportunidad.

Me impulso nuevamente hacia Henry. Lanzo un puñetazo pero este lo detiene con su mano, intento conectar otro golpe pero lo detiene de la misma forma que el anterior. Intento liberar mis manos del prodigio pero este no cede.