Capítulo 23. Misión suicida

51 9 6
                                    

*NARRA JAKE*

Ha pasado ya una hora desde que Salí de la mansión. La ciudad está minada de guardianes que apoyan la ideología de Henry, no puedo creer que unas escorias así sean considerados guardianes, son un insulto a todo lo que representamos. Avanzo por la ciudad derrotando fácilmente a cada guardián que se cruza en mi camino pero no he conseguido la ubicación de Henry y los prodigios, todos los que derroto quedan inconscientes de un golpe o estos no parecen saber nada y tengo que noquearlos para seguir avanzando. A este paso no hare más que perder el tiempo, debo conseguir alguien que sepa algo antes de que empiece a derramarse sangre inocente.

Un guardián se dirige hacia mi mientras me apunta con su espada, no luce muy fuerte así que debo tener cuidado de no dejarlo inconsciente al igual que los otros. Esta es mi oportunidad de obtener algo de información.

—¡¡¡MUERE!!!—El hombre bate su espada hacia mí y yo hago lo mismo. Al simple contacto entre nuestras espadas, el arma de mi contrincante se hace pedazos y este cae al piso.

—Hasta aquí has llegado— dirijo el filo de mi espada hacia su cuello—Si no quieres morir dime donde esta Henry.

—No traicionare a mi jefe, prefiero morir—A pesar de sus palabras se puede notar el terror en la cara del hombre.

—Mientes, ya has traicionado a los guardianes, un traidor como tu haría lo que fuera por dinero, o en este caso, por sobrevivir.

—Aunque te de la ubicación no podrás hacer nada, los cuatro prodigios están reunidos, es imposible que les ganes. Es una misión suicida.

En eso tenía razón, desde el principio he tenido claro que esta batalla podría ser la última, aun así, no puedo quedarme sentado viendo como las personas mueren. Detendré esta, aun si me cuesta la vida.

—Si estás tan seguro de eso entonces dime donde están, de esa manera me mataran y tu sobrevivirás.

—Estás loco chico.

—No, solo cumplo con el juramento que hice como guardián, el mismo que ustedes están rompiendo. Se me está acabando la paciencia así que date prisa y dime donde están.

—Está bien, si tanto deseas morir, te diré donde están. Los prodigios se encuentran en la avenida central, están esperando que les informemos donde hay actividad sobrenatural para proceder a atacar. Yo soy el encargado de dar esa información así que no creo que se muevan de ahí sin que yo les informe algo.

—Ya veo, gracias por la información—dicho esto le doy una patada dejándolo inconsciente.

Es hora de poner fin a esto.

Me dirijo hacia el lugar que me indico aquel tipo. Algunos subordinados de Henry han tratado frenarme, pero al igual que los anteriores estos no son adversarios para mí y los derroto con facilidad. He llegado a la avenida central, aquí no parece haber nada más que edificios y autos abandonados. Me pregunto si ese hombre me ha engañado, parecía haber dicho la verdad.

Una flecha de un color blanco brillante se dirige a mí a gran velocidad, tanta que apenas he podido evitar que me atravesara la cabeza.

—Ha sido muy tonto de tu parte venir aquí Jake. Después de todas mis advertencias, después de que le mentí a mis compañeros diciéndoles que ya no existía ningún vampiro azul, a pesar de todo eso te has atrevido a meterte en el camino de los prodigios—Evelyn sale desde uno de los edificios.

—Te lo dije, no permitiré que ejecuten un acto tan atroz en mi territorio. Los detendré y hare honor al nombre de los guardianes, ese mismo que ustedes están ensuciando.

Vampiro azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora