Comienzo

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— Soy el futuro doctor de cardiología de este hospital y... también tu futuro esposo, Lee Taemin o mi amor, para ti, preciosura.

A esta barbara presentación añade un guiño bastante remarcado y una risa demasiado coqueta para mi gusto, pobrecito. Puedo ver como el joven que nos había recibido con amabilidad se cohibe y sus mejillas comienzan a ponerse rojizas. 

— I-iré por el doctor Wu. 

Sale de la sala no sin antes hacer una venia hacia nosotros tres y suspiro porque sí, es un chico probablemente de mi edad y sumamente lindo con esa sonrisa de corazón que nos dio al recibirnos. 

  — Asi que tú eres Sehun

— ¿Uh?

Miro a quien se presentó como  el futuro cardiólogo y quien también me dedica una sonrisa no tan coqueta, sino más bien burlona.

¡Genial!

  —  Oh Sehun. Un gusto. 

Intento sonar amable y fluido mientras el otro chico, Minseok quien se presentó como un amante de la Hematología*, asiente con una sonrisa que me parece sincera y humilde, como él. 

  — Mhn. Dicen que eres el más joven de todos, ¿cuántos años tienes? ¿dos?

Suelta esa risa que me hace sentirme incómodo y meter mis manos unidas entre mis piernas, claramente más cohibido que el joven que acababa de salir. Bajo mi cabeza y me encojo de hombros, joder, siempre es lo mismo. 

  — Yo pienso que eres increíble, casi nadie termina la carrera con menos de treinta años.

Alzo mi vista y veo a Minseok acercarse a mí y colocar su mano sobre mi hombro en un toque que me da confianza. Taemin rueda los ojos con fastidio implícito en el acto.

— Gracias...

Hyung, puedes llamarme hyung.  

Le sonrío con más libertad y asiento de nuevo mientras escucho el bufido del restante en la habitación. Creo que nos llevaremos bien. 

Estoy por dar la respuesta cuando la puerta se abre y si antes me sentía nervioso, ahora no sé cómo describir la crisis que mi organismo siente al ver a ese hombre. 

Su sola presencia hace que mi cuerpo se ponga derecho y mis labios se frunzan con fuerza.

Porta esa bata blanca con tanto orgullo que me cuestiono cómo haré yo para siquiera poder atender a un paciente a punto de morir con ese mismo sentimiento de pasión por mi carrera. No, todavía me falta mucho. Y bajo esa bata, porta unos pantalones negros de vestir cubriendo de forma perfecta el largo de sus piernas. 

Tan alto. 

Su camisa es color blanca y se ajusta a su pecho. Necesito tomar mis signos vitales* y saber que estoy vivo, porque no puedo pasar por alto como los botones de la camisa se fuerzan en el momento que abre un poco sus brazos y me dejan ver pectorales formados de forma pecadora. 

    — Mhn.


Changos. 


Se ve tan jodidamente guapo. 

  —  Quiero que comiencen con el pensamiento de que han venido a aprender, todos las ideas propias que su instinto primitivo genere no están permitidas. Y todas las opiniones inútiles y personales que nazcan de sus ridículos corazones quedan excluidos. 

Doctor Wu | KrisHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora