Cambiante ser

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— ¿Qué haces aquí?


Ver al patólogo en la zona de Cuidados Intensivos era algo inquietante para mí, y no era porque Junmyeon me mirara con una sonrisa burlona, sino por el hecho de que salía de una habitación en específico. Y si se requería de su presencia aquello podría significar posibles problemas en la evolución de la paciente.

— Uno de los pacientes de JongIn ha presentado una evolución favorable, pero tal parece que hemos tenido problemas con el cuidado de la cirugía por parte de un par de enfermeras, así que he venido a ver qué  es lo que pasaba, ya que nuestro amigo está ocupado con el director Choi. Nada grave que una buena limpieza no resuelva.


— ¿Y por qué has salido de la habitación de la paciente Oh?


Me maldijé internamente al ver la expresión de incredulidad y burla que se dibujó en mi amigo.


— Porque una de las enfermeras preguntó por ti, como sabía que tienes muchas Oh-ocupaciones y como soy un excelente amigo, te ayudé un poco.



— Mm.


Suspiro desviando la mirada, evitando comentar algo sobre su pésimo juego de palabras y la extraña insinuación que me hacía con ello.

— Tengo que felicitarte, la señora Oh es fuerte, pero hiciste un trabajo tan limpio en su cirugía que cualquier creería que estás dándole trato favoritista a tu suegra.

Ahí está.

La primera piedra que me han lanzado por el espectáculo que había montado a las puertas de la residencia de mi pasante. La primera de muchas, porque en este momento era consciente de que Jongdae y Jongin eran conocedores de aquella situación por igual.




— ¿No deberías estar dando cátedra?



— Época de vacaciones para estudiantes, pero los pasantes trabajan arduamente para ser los mejores y satisfacer a sus médicos a cargo, ¿no? Pero por lo que sé, hay unos que se destacan más que otros, y atraen la atención especial de los doctores más rudos y exigentes.



— Doctor Kim.




— Doctor Wu, yo nunca, en todos los años que tuve a Oh como estudiante me hubiese imaginado que fuese capaz de tal espectáculo. Y usted, se veía de lo más feliz ahí. Por Dios Yi Fan, hasta yo creí que se me habían pasados las copas hasta que recordé que solo tomé café.



Las enfermeras pasaban a nuestro lado, la curiosidad por entender la conversación que pude sentir como una de ellas chocó conmigo, se disculpó torpemente antes de darse a la fuga. Kim llamaba demasiado la atención con esa sonrisa estúpida en su rostro, con esa risa reconfortante con la que me tomaba del brazo y me llevaba a los ascensores.


Presionó el piso de oficinas y me alentó a entrar una vez que llegó el ascensor, por suerte, vacío.


— Yi Fan, dejando de lado las bromas, tienes que tomar en cuenta los factores que se involucran en la relación que tienes con ese niño. Primero, porque es mucho menor que tú, segundo, eres su jefe inmediato, su tesis depende de tu validación y por último... Eres el médico de su madre. La situación es inquietante.


Repaso una y otra vez los factores que me ha mencionado Junmyeon mientras permanezco inmóvil observando a través del elevador mi reflejo. Ciertamente, hay muchas cosas que influyen y soy tan consciente de ellas que me doy la libertad de crearme miles de escenarios en los que esto pueda resultar mal, y sin embargo...

Doctor Wu | KrisHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora