Secuelas de suerte.

Capítulo once.

"-Esperame Mike — grité mientras corría tras el.

-Vamos — dijo sonriente mientras abría la puerta de su descapotable. — la fiesta empezó hace tiempo.

Me acerqué corriendo y le planté un abrazo en cuanto lo tuve cerca. Iba guapísimo con esas gafas de sol. Montamos en el coche, por una de las carreteras de Madrid.

-¿Seguro que a tus amigos no les importará que vaya contigo? — pregunté.

-¡Que va! — me miró sonriente, aunque volvió la vista a la carretera. Amaba ver su pelo rubio revuelto por el viento.

-No sé — dije insegura — algunos son mayores.

-Vamos Valeria, solo tienen diecisiete, y algunos dieciocho — explicó — y tu dieciseis. No son tan mayores.

Llegamos a la fiesta en casa de uno de sus amigos. Entramos y pude ver a 30 personas, alrededor de la piscina, unas en la barbacoa y otras simplemente hablando.

Hice una mueca que el notó y que hizo que girara su cabeza hacia mi.

-No conozco a nadie — dije triste.

-Me conoces a mi — me dijo simulando una sonrisa. Me cogió de la cintura y me impulsó dentro.

El hablaba con todos, pero yo no entraba en la conversación, no sabía que decir a aquellos chicos que no había visto nunca.

-Te traeré algo de beber — me susurró al oído.

Asentí.

Al final fue una noche increíble, conocí a un par de gente muy maja y acabamos todos bailando, con una copa de más.

Estábamos bailando Mike y yo, o al menos intentándolo, quizá demasiado pegados, y eso me encantaba. Por un momento acercó su frente a mi, y tras unos segundos mirándome, sin parar de movernos, me besó.

Era el beso que llevaba esperando todo el curso, y lo disfrute como tal. Mike y yo no eramos nada, aunque a mi me había gustado desde que lo vi.

Sonreí al final del beso, al igual que Mike."

-¡Valeria! — oí gritar — ¡Eh, Valeria!

Mire a Zayn, alejado de mi, aun en entre tanta gente.

-¡Vamos! — me ordenó. Yo le seguí, sin ni siquiera responderle.

-¿Estas bien? — me preguntó cuando llegué a el. — Te habías quedado embobada, no contestabas.

-Eh, sí — dije metiendo un mechón de mi pelo tras mi oreja.

Seguí a Zayn para salir de ese lugar de una vez.

Busqué al chico, que al mirarlo vino a mi mente una oleada de recuerdos. Esa fiesta... recuerdo ese día a la perfección, el día en que bese a Mike por primera y ultima vez.

Me entristecí de repente. Nunca supe si Mike me quería o me besó por simple capricho, a partir de ahí fue cuando deje el instituto por culpa de mi padre, por abanonarnos.

La verdad, casi prefería no haberlo visto, cuando deje el instituto ni siquiera se preocupó de verme o decirme algo, no lo volví a ver. Hasta hoy.

Ya estábamos fuera del estadio, y Zayn solo se limitaba a guiarme hacia el coche, aún ocultándose con su capucha.

Note como alguien agarraba mi brazo levemente y me paré.