-¿Te apetece que salgamos a comer? —me preguntó Zayn.
Flexioné mis piernas, apoyando la planta de mis pies en el sofá y estiré mi camiseta hasta meter mis piernas entre mi vientre y la camiseta.
-No quiero salir, Zayn —le confesé. El día anterior me había trastornado y sinceramente, no quería ver a mi padre de nuevo. Así que pensé, que si no salía de casa, no lo vería—. Lo siento.
-Tranquila —respondió—. Iré a pedir comida china y la traeré aquí, ¿de acuerdo?
-Vale —dije ilusionada. Una de las pocas cosas que me animaba era el sushi—. Te esperaré aquí.
Se acercó a mi para darme un abrazo de consuelo. Mi pelo mojado rozó su brazo, humedeciéndolo. No me dijo nada, pero había entendido sus intenciones. No me gustaba ser así, no me gustaba estar triste, y una de las razones por las que odio ese sentimiento es porque afectaba a Zayn.
Salió tras coger dinero y cerró la puerta con un portazo leve. Me entretuve cambiando de canal en la televisión. En algún momento llegué hasta dormirme, y el sonido de la llave sobre la cerradura de la puerta me despertó.
-Mmm... qué bien huele —anuncié entre abriendo los ojos. Él sonrió ante mi expresión.
Me senté en la mesita del salón con Zayn frente a mi. Él abrió la bolsa y sacó los tupers individuales y los refrescos. Abrí mi recipiente para ver los rollitos de sushi perfectamente ordenados, al otro lado del envase, habían varias salsas.
-Quizá no te venga bien lo que te voy a decir ahora, pero creo que deberías saberlo —dijo de repente. Bebí un trago de mi bote de Coca-Cola y lo escuché.
-Acabo de encontrarme a tu... padre —nombró. Era lo último que necesitaba escuchar, a mi padre.
-¿Perdón? —mi cabeza se negaba rotundamente a asimilarlo.
-Sí, y tengo que decirte que no me he quedado callado —Zayn estaba completamente serio.
-Pero... ¿qué ha pasado? —pregunté intrigada.
-Le he preguntado qué hacía aquí y que no pretendiera acercarse a ti...
-¿Y...? —dije. Necesitaba más información, no podía esperar.
-Ha venido a Londres para buscarte —confesó finalmente.
-Pero... ¿Cómo sabía que estaba en Londres? —pregunté sin entender nada. No encajaban las cosas en mi cabeza.
-Verás, volvió a Madrid y consiguió hablar con Raquel y... ella le dijo donde estabas.
-Pero Raquel no sabe mi dirección.
-Es igual, sólo necesita saber donde vivo yo, y eso no es muy complicado...
Otra vez olvidaba que Zayn era un icono musical. Pero eso era lo que menos me importaba en ese momento. ¿Ha venido para buscarme? Desapareció de mi vida hace dos años o, incluso más, y viene a buscarme ahora como si no pasara nada. ¿A qué estaba jugando?
-¿Qué mierda...? —susurré, mirando el sushi de la mesa. Notaba como se iba enfriando poco a poco— ¿Por qué aparece ahora de la nada?
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Secuelas de suerte.
FanfictionDespués de todo lo que ha vivido Valeria, cree que su vida ha cambiado para siempre y no se le pasa por la cabeza volver a abandonar lo que le da la vida: Zayn. Pero a veces no todo sale como espera, ya que la suerte nunca ha estado de su lado.