Secuelas de suerte.

Capítulo doce.

-Ya te lo dije — contesté, con la mirada clavada en sus ojos — un amigo de mi antiguo instituto.

Volvió la mirada al frente, de nuevo. Otra vez, seguía sin creerlo. Odiaba mentirle, pero algo me decía que si se lo decía se iba a enfadar.

-Cuando iba al instituto, Mike me gustaba — decidí decir, casi sin pensarlo.

Me quedé mirándolo, observando su reacción. Tiró la colilla al vacío, y se sentó en el suelo de la otra esquina del balcón, apoyando su espalda en la pared, con las piernas encogidas, observándome para que continuara.

-En realidad — suspiré — me gustó desde que lo vi. Nos hicimos amigos, pero nunca nada más. Antes de dejar el instituto, fuimos a una fiesta de sus amigos, y bueno... Allí, nos besamos.

Vi como agachaba su cabeza, con la vista hacia el suelo, dolido por las palabras que escuchaba. Esto provocó que mis ojos se volvieran húmedos.

-Pero no volví a verlo más, creo que ni siquiera se preocupo por saber donde estaba, así que no paso nada — sentí un alivio en mi pecho por decirlo todo, pero comenzaba a tener miedo.

-Y te sigue gustando — dijo.

-¿Qué? No.

-Sí — me contradijo — por eso actuabais tan raros. Te sigue gustando. Y tu a el también.

-¡No! — contesté. — Solamente me ha traído muchos recuerdos, demasiados.

-No me mientas más, por favor — suplicó Zayn para volver a agachar la cabeza al suelo.

Me bajé de la silla al suelo, sentándome a su lado, imitando su postura. Lo miré fijamente, para sentir como una angustia me sacudía por dentro a causa de verlo así, incapaz de mirarme a la cara.

-¿Crees que podría querer a alguien más que a ti? — le pregunté, esperando algún gesto suyo a modo de respuesta.

Tras unos segundos, negó con la cabeza, aun mirando al suelo, y eso me hizo sonreír, con las lágrimas al borde de mis ojos.

-No — apoyé mi cabeza en su hombro — jamás podría querer a nadie más que a ti. — confesé.

Noté como Zayn apoyaba su cabeza en la pared, para después mirarme. Sentí su sonrisa a hacerlo.

Lo miré de reojo, para ver su preciosa sonrisa de la cual nunca me cansaría, pero me interrumpió, para besar mi cabeza.

Ahora fui yo la que sonreí, además de buscar su mano para agarrarla.

Por un momento me quede dormida en esa postura, pero en seguida me desperté.

-Vamos — susurró — vuelve a la cama.

-¿Tu no vienes?

-No tengo sueño — admitió.

-Entonces me quedaré contigo.

-Ni hablar — negó con la cabeza — mírate, tienes cara de zombie.

Pero no me moví de mi sitio. Entonces se levanto, atrayendo mi mirada hacia sus movimientos. Me ayudó a levantarme, sin saber para qué.

Se acercó para besarme, pero cuando estaba a punto de rozar mis labios, agarró mi cintura para levantarme y posarme boca abajo sobre uno de sus hombros.

-Te odio — dije desconsolada.

Noté una pequeña carcajada. Me llevó a la habitación y me metió en la cama.

-Buenas noches — me dijo y salió de la habitación, cerrando la puerta.

Me desperté unas horas después, cuando ya era de día. Salí de la habitación, para ver a Zayn concentrado con el móvil.

-Buenos días — dije aun casi durmiendo.

-Buenos días — me sonrió — te estaba esperando para desayunar.

Me quede extrañada, nunca me esperaba para tomar el café de todos los días. Divisé una bolsa encima de la mesa.

-He traído gofres — me contó ya al lado mío. — vamos.

Me senté frente a el, apartando el pelo de mi cara.

-¿Y esto a que se debe? — alcé mis cejas.

-A que me apetecían gofres — contestó naturalmente.

Resoplé burlona. Comenzamos a comerlos, añadiéndole chocolate o nata, mas nuestro café diario.

-Tengo algo que contarte — alzó su vista del plato, para mirarme. Sabía que todo esto no era porque le apetecieran gofres. — La semana que viene los chicos y yo vamos a Amsterdam, a una gala de premios.

-Sí — contesté alzando las cejas en signo de duda.

-Me gustaría que vinieses, pero apenas estaríamos juntos en todo el día. — pausó — ya sabes, ensayos, prueba de vestuario y bla bla bla...

-Entiendo — asentí.

-Y mi madre ha sugerido que pases la semana en su casa.

Intenté imaginar una semana entera en casa de los Malik, con Yaser atacándome continuamente y sus tres hermanas a las que no había visto en mi vida.

Trisha se había vuelto loca.

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perdón :'( llevo días sin subir pero en vacaciones se me olvida todo.

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