Cuando el fuego comenzaba a apagarse, Vito decidió despertarla.
-Tas?- acarició su cabello.-Cariño?
-Mmmm?
-Vamos a la cama, el piso no es tan cómodo... y el fuego está comenzando a apagarse.
-Dónde está mi camisón?- se sentó mirando a todos lados. Vito lo encontró hecho un bollo en el sillón, junto al deshabillé. Quiso esconderlo para obligarla a andar desnuda, pero ella lo descubrió.-Qué quieres hacer con eso?! Dame mi ropa, Vito!
-Mmmm... vas a tener que pagar rescate...
-Cuál es el precio, señor Astori?
-Un beso, signorina Clayton.
Tas sonrió y agarró su cara para plantarle un dulce beso que logró excitar nuevamente al italiano. Y cuando él se descuidó, ella le arrebató su ropa de las manos.
-Nunca bajes la guardia con una mujer!
-Acabo de aprender la lección- masculló él.
-Vamos- Tas se levantó y le tendió una mano a Vito para ayudarlo a levantarse.
Subieron en silencio las escaleras y ambos se detuvieron ante la puerta de la habitación de él. Vito esperaba que ella le pidiera pasar la noche con él. Y Tasia esperaba que él la invite. Como ninguno de los dos dijo nada, ella sonrió con algo de tristeza.
-Hasta mañana, Vito. Que descanses.- se giró para seguir su camino, pero él la agarró de la muñeca y la pegó a su cuerpo.
-Quédate conmigo esta noche. Por favor.
-Nada me gustaría más.-sonrió ella.
Hicieron el amor dos veces más esa noche, y luego Vito la abrazo con fuerza desde la espalda y la pegó a su cuerpo desnudo.
A la mañana siguiente, Tas se despertó por el llanto de Matteo. Buscó su ropa y salió de la habitación intentando no hacer ruido. Y no fue el ruido lo que despertó a Vito, sino saberse solo en la cama. Estaba lamentándose en silencio, mirando el techo cuando escuchó que la puerta de su habitación se abría y una muy sexy Anastasia entraba con Matteo en un brazo y un biberón en la mano. Le sonrió y se acomodó a su lado para darle la leche al pequeño.
-Buongiorno.
-Buongiorno.- Vito se acercó y la besó.- Te desperté?
-Me desperté cuando me sentí solo en la cama.- Tas se apoyó sobre su pecho mientras él la abrazaba por lo hombros.
-Matteo se despertó...
-Lo sé.
***
-La época de siembra empezó...- comentó Vito durante el desayuno. Tas lo miró.- Casi no voy a estar en casa... debo controlar que todo esté en orden.
-Esta bien- sonrió ella.- Tengo cosas para hacer. No voy a aburrirme. Además, Matteo estará conmigo, haciéndome compañía.
-Debo irme ya- se levantó y dejó un casto beso en los labios de Tas, que le regaló una hermosa sonrisa.
-Que tengas un buen día.
-Te veré después.- dejó un beso en la cabeza de Matteo y salió por la puerta.
Ya llevaba en el viñedo un mes. La boda ya estaba totalmente organizada. Solo restaba enviar las invitaciones. Aún no se decidía, había unas que le encantaban, tenían dos copas de Champaña arriba, brindando. Pero necesitaba una segunda opinión.
Escuchó a traves del monitor de bebes que Matteo se había despertado de la siesta. Lo levantó y lo llevó a su habitación, para cuidarlo mientras ella terminaba de ordenar la ropa que había lavado. Ahora que el bebé no dormía, podía poner música. Luego de un par de canciones, cuando terminó con la ropa, tomó al niño en brazos y se puso a bailar con él. Matteo estaba encantado, reía y aplaudía. Brandy, de Looking Glass, sonaba a todo volumen cuando Vito llegó a la puerta de su habitación. Tas lo descubrió sonriendo y se acercó a tomarlo de la mano para animarlo a bailar con ellos. La tomó de la cintura con una mano, y con la otra abrazó a su sobrino. Bailaban y giraban por toda la habitación. Cuando la música terminó respiraban agitados. Tas lo besó dulcemente y le sonrió.
-Qué hay de tí? Dejarías el mar por Brandy?
-Lo dejaría todo por Brandy- bajó la cabeza y la besó, la apretaba contra su cuerpo, hasta que el grito de Matteo lo obligó a separarse.
-No me quiere compartir- dijo riendo Tasia.
-Yo tampoco lo haría, pero tengo que aceptar la derrota.- Una videollamada sonó en la computadora de la chica.
-Es Luca. Dame un minuto que respondo.- Vito tomó a Matteo en brazos y se quedó a un costado. No sabía si irse o quedarse.- Hola Luca.
-Hola cariño! Cómo va todo por ahí?
-Bien... ya casi tengo todo listo.
-Genial!
-Necesitabas algo más?- preguntó luego de un incómodo silencio.
-De hecho si. Por eso te llamé. Sabes dónde está el expediente de Andrew Paterson?
-Lo tiré a la basura.
-QUE?! Por qué hiciste eso?
-Espero que no estés pensando seriamente representar a ese tipo. No, Luca?
-Anastasia...- dijo en tono bajo pero amenazante.
-Me importa una mierda, Luca! Respeto a tus clientes, pero creí que tenías un límite. Y realmente creí que separar a una madre de sus hijos y dejarla en la calle los superaba.
-Escucha, cariño...
-No escucho nada. Ya no me hables, Luca. No quiero escucharte. Adiós.- cerró la tapa de la computadora, sumiendo a la habitación en un profundo silencio.
-Estás bien?
-No- dijo llorando. Vito dejó a Matteo sentado en la cama y la abrazó.
-Ya está, cariño. Ya no llores...
-Lo siento... es que no entiendo cómo tu hermano puede querer representar a esa basura en su divorcio.
-Quién es él?
-Un...hombre- dijo al no encontrar otra palabra.- que está metido en la política. Lo conocí en una fiesta a la que fui con Luca... él humilló y desvalorizó a su esposa delante de todo el mundo. Ahora están divorciándose. Apareció una foto de ella en la prensa en la que un hombre la esta abrazando. No la está besando ni nada... sólo la abraza. Pero él dijo a todos que lo engaña. Y ahora quiere separarla de sus hijos, que a él no le importan, y dejarla en la calle. A mi me dan náuseas sólo de verlo. No sé cómo tu hermano puede ser capaz de relacionarse con alguien así.
-Luca entrará en razón. Ya lo verás...-silencio- Qué te parece si esta noche hago las mejores pizzas de Europa?
-Voy a encontrar la manera de pincharte el ego, Vito.-dijo limpiando sus lágrimas.- Pero acepto las pizzas.
-Tú las calificaste así!
-Lo se... y no exageré. Pensar en tus pizzas me levanta el ánimo.
-Sólo mis pizzas?
-Tú me levantas el ánimo. Me siento bien contigo.
-Y yo contigo.
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Catando el amor
RomanceLa vida del italiano Vito Astori da un giro cuando su hermana fallece, dejándolo a cargo de su pequeño sobrino. Pero todo empeora cuando su hermano, Luca, le cuenta que va a casarse... con la mujer que él ama.