Tardaron más de 15 minutos, pero a Luca no le importó. Ver a su hermano tan feliz le llenaba el alma, sobre todo después de verlo tan mal semanas antes, cuando lo llamó con urgencia para preguntarle si amaba a Anastasia. Le había costado entender a qué se refería exactamente, pero lo vio todo muy claro cuando comenzó a hablar de su voz y su nariz.
Tas había tenido suerte, ambos la habían tenido. Él no conocía dos personas que se merecieran más que aquellas. La parejita estaba ocupándose de hacer dormir a Matteo, así que pudo escaparse sin problemas.
Tas estaba feliz, pero Vito podía notar que esa felicidad no le llegaba a los ojos. Sabía que no estaba arrepentida, pero entonces cuál era el problema? Se acercó a ella por la espalda mientras miraba por la ventana a un punto fijo, la abrazó por la cintura y apoyó su mentón en el hombro de ella.
-Estás bien?
-Si... creo que nos adelantamos, Vito...
-Por qué lo dices?
-No es muy pronto dos días?
-Si por mi fuera, me caso contigo hoy... A qué le tienes miedo, Annie?
-A nada...- se giró y lo besó.- iré a llamar a mis padres para darles la noticia.
Vito no había pensado en eso, tenía tan metido en la cabeza que ella era la prometida de su hermano, que dio por hecho que los invitados de ella no cambiarían, pero ella no tenía invitados, tenía que encontrar la manera de que los padres de Tas llegaran antes de la boda, y para eso necesitaba la ayuda de su hermano. Salió detrás de ella y la encontró parada a mitad de la escalera, mirando a una pareja de mediana edad, tendrían entre 45 y 50 años, acababan de entrar por la puerta, tenían las maletas a su lado. El hombre era robusto, con el pelo negro, pero con algunas canas, tenía los ojos color chocolate. La mujer a su lado era la viva imagen de su futura esposa, pero de cabello castaño, las mismas facciones, los mismos ojos. Dedujo que eran sus padres, y se puso nervioso. Nunca había pasado por una situación así. Nunca había conocido a los padres de sus parejas, sus suegros. Tragó duro y se situó al lado de Tas, que no lograba salir de la impresión.
-Cariño, te encuentras bien?- susurró en su oído.
-Si, ven, quiero presentarte a alguien.- lo tomó de la mano y terminó de bajar las escaleras.- Mamá? Papá?
Se fundió en un fuerte abrazo con sus progenitores y lloró con alegría. Vito se acercó a su hermano, que miraba la escena con una sonrisa.
-Gracias, Luca. Yo... no había pensado en esto...- dijo avergonzado.
-Es normal, Vito. Sólo nos tenemos el uno al otro. Se lo unida que ella es a sus padres. Y sabes que haría cualquier cosa por ella.- Vito lo miró.
-Tu... sientes algo por ella, Luca?
-La amo, Vito. Pero no me malentiendas!- dijo al ver la expresión de su hermano.- Amo a Anastasia como amaba a Fiama, es como una hermana pequeña para mi. Es mi mejor amiga. Y te aseguro que no dudaría en romperte la cara si le haces daño.
Tas llegó en ese momento para llevarse a Vito de la mano.
-Él es Vito. Mi prometido.- lo miró con amor.
-Es un placer- le tendió la mano a sus suegros, pero la madre de Tas lo abrazó con fuerza.
-Tu hermano habló maravillas de ti estas dos semanas...- dijo Charles Clayton.
-Lo hizo? Dos semanas?
-Si... Vino a casa a traer la invitación a su boda, cosa que debió hacer mi hija...
-Nos comprometimos esta mañana, papá!
-Lo sé, cariño, lo sé. También nos dijo eso...
-Sabían todo y no me llamaron?
-Dijo que sería una sorpresa, y tú sabes que ese chico me tiene en su bolsillo!- comentó riendo su madre.
-Me gustaría conocer un poco el lugar antes de que se vayan de luna de miel...- dijo el padre de Tas. Vito no había pensado en eso. No había pensado en nada, se reprendió mentalmente.
-No nos iremos de luna de miel... por ahora...- acotó Tas.
-Por qué no?- preguntaron todos juntos.
-Matteo está a nada de cumplir su primer año. Y lo pasaremos en casa todos juntos. Luego habrá tiempo para salir de viaje... Cuando Luca aprenda a cambiar pañales y pueda hacerse cargo de su sobrino.- el abogado se puso blanco.
-Tendrás que esperar a que aprenda a ir al baño solo. Es un niño inteligente, veras que aprende rápido.
-Ya, Luca. Era sólo una broma. Nadie va a separarme de mi niño.
-Hablando del niño... donde está?- preguntó su madre.
-Está dormido.- sonrió.
***
La siesta de Matteo se hizo larga ese día, y ya era casi la hora de cenar cuando se despertó. Vito bajó con él en brazos a la sala, donde Tas conversaba con sus padres. Cuando el niño la vio, le estiró los brazos.
-Ma-ma- Tas cerró los ojos con pesar. Todos se habían quedado en silencio. Vito no podía creer lo que acababa de oír.
-Qué dijiste?- preguntó a su sobrino, al que se le estaban comenzando a acumular lágrimas en los ojos.
-Ma-ma- dijo más fuerte para llamar su atención. Tas lo miró con culpa.
-Tú le enseñaste eso?- Vito no salía de su asombro.
-Te juro que no, Vito! él sólo lo dijo un día. Intenté que me llamara de otra forma, pero está empecinado en llamarme mamá. Lo siento...- no había podido evitar llorar. Vito se enfadaría con ella, tal vez ya no quisiera casarse.
Vito puso al niño frente a él y lo miró serio.
-Ves a esa mujer?- dijo señalando a Tas- la conoces hace un mes y medio, y la llamas mamá? yo estuve ahí cuando llegaste al mundo y sólo logro que me pegues en el rostro! así me pagas todo lo que hago por tí? Al menos lo hubieras mantenido oculto un tiempo, hasta que me dijeras papá!-
Anastasia volvió a respirar con normalidad.
-No lo hará!- dijo Luca arrebatandoselo de los brazos.- él dirá "tío", verdad? Dí "tí-o"
El niño en respuesta le golpeó el rostro con su manito y rió, se giró para mirar a Tas y volvió a estirar sus bracitos.
-Ma-ma
Ella con lágrimas en los ojos lo cargó y besó su cabecita repetidas veces. Vito la miraba con ternura, se acercó a ella y se sentó a su lado.
-Mira, Matteo, ellos son tus abuelos, Miryam y Charles- el niño les mostró una sonrisa sin dientes que los hizo sonreír. Luego se giró hacia él.
-Ma-ma.
-Si... aunque aún estoy ofendido contigo. Ella es tu mamá.- se paró sobre las piernas de Tas y saltó.- Con cuidado, pequeño.
-Pa-pa
-Ja! toma eso, Luca!- tomó al bebé en sus brazos y lo abrazó.- Seguro que fue lo primero que dijo, pero lo había hecho cuando estaba solo y nadie podía oírlo!
-Oh! Vamos! dí "tí-o"
-No lo hará! papá te enseñará a tratar con ese hombre!
ESTÁS LEYENDO
Catando el amor
RomansaLa vida del italiano Vito Astori da un giro cuando su hermana fallece, dejándolo a cargo de su pequeño sobrino. Pero todo empeora cuando su hermano, Luca, le cuenta que va a casarse... con la mujer que él ama.