Tas se despertó con el alboroto detrás de su puerta, segundos después, todas las mujeres entraron y la sacaron de la cama a tirones.
-Dejenme dormir un rato más!
-Eso te pasa por escaparte para ver al novio por la noche! Ahora a la ducha, vamos!- urgió su madre.
Tas se duchó con cuidado, pasando las manos con jabón por todo su cuerpo. Hizo una pequeña pausa cuando llegó a su vientre plano, tal vez ya estaba creciendo el hijo de Vito allí dentro, sonrió.
-Hola? Hay alguien ahí?- golpeó suavemente su vientre con un dedo.
Aún era muy pronto para saber si estaba embarazada, pero eso no le impedía soñar con un pequeño niño igual a Vito... Igual a Matteo.
Salió de la ducha, y ataviada en una bata de toalla, las mujeres la peinaron con un recogido desprolijo pero hermoso, con unos mechones cayendo a los costados de su rostro; y la maquillaron naturalmente. Luego de varias horas, cuando se dieron por satisfechas, cada una fue a arreglarse antes de volver a ayudarla con el vestido.
Cuando se quedó sola en la habitación pudo respirar tranquila. Pensaba en todo lo que había pasado en tan poco tiempo. Estaba sentada en una silla frente a la cómoda, mirando fijamente la cama, esa cama donde Vito le había hecho el amor tantas veces, la cama que compartirían una vez que se casaran. Tocó su vientre nuevamente, deseando que ya hubiera una personita ahí.
La ventana se abrió de repente, y Vito entró agitado.
-Qué haces?!
-Quería verte! Te extraño!- se acercó a besarla.- Estás hermosa! Te amo tanto!
-Vito, en cualquier momento van a entrar mi madre y las chicas. Debes irte. Ya falta poco, amor! Y vas a correrme el maquillaje si sigues besándome!- lo reprendió.
-De acuerdo.- se acercó a la puerta y le puso seguro.- No voy a besarte... la cara.
Volvió a su lado y de un tirón le sacó la bata, comenzó a besarle el cuello despacio.
-En la cama está el vestido, Vito.- gimió.
-Mmmm amo como dices mi nombre cuando estás excitada, amore.- La subió a la cómoda y le abrió las piernas.
-Yo amo que me hables en italiano cuando me haces el amor.- él la miró maravillado un segundo, luego desabrochó el pantalón de su smoking y buscó su humedad.
-Amo il tuo corpo. Ti amo. Ti amo con tutto il cuore.
-Mmmm Vito- lo abrazaba con fuerza mientras él se enterraba en ella una y otra vez sobre la cómoda. Aceleró el ritmo temiendo que alguien pudiera interrumpir, y lo hicieron, justo cuando ambos alcanzaban el clímax. Salió de ella y la besó. Los golpes en la puerta eran cada vez más fuertes.
-Anastasia Clayton! Abre la puerta inmediatamente.- Vito salió por la ventana que había entrado. Ella se bajó temblorosa del mueble y se puso la bata. Se apresuró a abrir la puerta.
-Por Dios, Tas! Aquí huele a sexo!- dijo Eloise. Ella se sonrojó.
-Claro que no!- llevó una mano a su boca para arreglar el labial que su futuro esposo le había corrido.
-No puedo creerlo. Sólo faltan pocos minutos, No pueden esperar pocos minutos?!- gritó exasperada su madre.
-No son pocos minutos! luego está la fiesta!
-Vamos! ahora hay que retocar tu maquillaje y ponerte el vestido. Estoy tentada a retrasarte para vengarme de ese priápico!
-Mamá!
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Catando el amor
RomanceLa vida del italiano Vito Astori da un giro cuando su hermana fallece, dejándolo a cargo de su pequeño sobrino. Pero todo empeora cuando su hermano, Luca, le cuenta que va a casarse... con la mujer que él ama.