Capítulo 6
La enfermera se marchó y creí que Zayn entraría. Pero eso no paso. Nuevamente vino la enfermera y asomo su cabeza.
—Al parecer fue a tomar un café. Ahora le aviso que terminamos.
— ¡No! —Dije demasiado fuerte y ella me miro algo confundida—Digo. No lo quiero molestar. Déjelo nomas. Gracias por todo.
Me despedí y la deje irse con esas palabras. Lo último que quería hacer era verlo. Cerré mis ojos y me dispuse a dormir. Me olvidaría de todo lo ocurrido hoy. Y si Zayn llegaba a entrar, me vería dormida, no me despertaría y se iría. Dejándome en paz. Bueno, eso no me gustaba. Pero tenía que darme cuenta que no podía estar con el cómo amiga. Lo amo, pero me amo más a mí misma como para herirme de esa forma cuando puedo evitarlo.
La puerta se abrió y me quede petrificada. Me haría la dormida. Si era Zayn se iría enseguida. Solo rogaba que se fuera pronto. No aguantaría sin moverme mucho tiempo. Escuche una respiración agitada y la curiosidad me mataba. Abrí mis ojos y me encontré con una mujer. Era hermosa. Ella tenía el cabello rubio, por lo que pude ver a su espalda. Llevaba de la mano a un niño. Que también era rubio pero con un poco de rizos.
Fruncí el ceño. Ella se dio la vuelta y pude verle el rostro. Tenía ojos sumamente claros. No sabía si eran grises o celestes. Eran grandes, o el maquillaje que llevaba puesto la hacía ver de esa forma. Su nariz era ancha y terminaba en forma puntiaguda. Sus labios parecían operados por lo anchos que eran y como le quedaban en el rostro. Su piel era muy blanca pero la de su cuello era más oscura. Parecía una amante del maquillaje. Sus cejas estaban muy pobladas. Al parecer no se las había afinado. Tenía una gran frente y parecía una muñeca. Era tan bonita que hizo que mi autoestima bajara. ¿Quién podía superarla?
—Mami. —Hablo el niño. —Quiero irme.
—Lo sé, cariño. —Su voz chillona hizo que hiciera una mueca. Tenía la voz demasiado aguda para mi gusto.
—Lo siento. Pero, ¿Puedo saber qué haces en mi habitación? —Interrumpí la conversación que tenía con su hijo. Wow. Era muy joven y tenía un hijo. El niño me hacía recordar vagamente a Luke. Pero debían ser alucinaciones mías.
Ella me miro con pena y vergüenza. Vi como sus mejillas se iban sonrojando y sonreía tímidamente. Le sonreí como pude y espere su explicación de que hacía en mi habitación si ni siquiera la conocía.
—Es tan vergonzoso. —susurro. Tomo la mano de su hijo y se acercaron lentamente a mí. —Vi a mi ex novio y no quería que me viera. Estaba en la cafetería de aquí. Y soy una cobarde por no poder enfrentarlo.
Le sonreí con tristeza. La entendía. No sabía que haría si me cruzaba con Luke. Quizás lo golpeara como la última vez que lo vi o correría como lo hizo esta chica. Que desconozco el nombre.
—Bueno. Te entiendo. Ven siéntate. Y relájate. Quizás se vaya en poco tiempo.
Suspiro y se dejó caer pesadamente sobre la silla. Cargo al niño y lo coloco en su regazo. Le acaricio la nariz y su hijo rio tiernamente.
—Oh. Soy Perrie Edwards. Un gusto. —Estiro su mano y tomo la mía. —Y este pequeño de aquí se llama Matthew. Di hola, cariño.
—Hola—susurro mientras jugaba con los anillos de su madre.
—Soy ________ Brooks.
Comencé a hablar con Perrie de nuestras vidas. Supe que también tenía diecisiete como yo. No podía creer que tuviera un hijo a tan temprana edad. Le pregunte si el padre se había hecho responsable. Y ella con una bonita sonrisa dijo que sí. Bueno, al parecer iba seria su relación. Pero parecía que ella aun sentía algo por el chico que estaba en este mismo lugar. O quizás las cosas terminaron muy mal y no quiere rememorar esos momentos. Con Luke habíamos terminado muy mal. Me había enterado que había dejado embarazada a otra chica. Y solo tenía quince años. Era como esto. Pero el chico no la había abandonado y parecía ser un chico fiel a ella. Algunas chicas tenían suerte. O era porque era muy bonita. No tenía oportunidad. Quizás sea una vieja cuarentona con diez perros. Porque no me gustan los gatos. Pero eso no iba al caso. La cuestión es que nunca sería como ella. Ella era hermosa. Tenía todo. Ojos claros, rubia y no tenía tan mal cuerpo. Le faltaba un poco de delantera pero no es algo que importe mucho. No era baja. Por lo que pude ver con sus tacones. Que parecían ser interminables.
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No te odio (Zayn Malik y Tu) (Book #2)
FanfictionJade McCann ya no es la misma desde que corto todos los lazos con Zayn. El no esta dispuesto a dejarla ir tan fácilmente y hace todo lo posible por recuperar al menos su amistad. El no quiere decirle que la ama como un tonto. Pero ya no puede acosta...