Capitulo 13

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Capítulo 13

Esta ha sido la semana más larga de mi vida. Nunca había querido tanto que acabara. Zayn no hablaba. Y solo llego el último día de la semana. ¿Es que sus padres lo dejaban no venir? No es que estuviera preocupada por él. Solo era una observación que se escuchó por todas las bocas femeninas del instituto. Yo no estaba preocupada por eso. Tampoco lo seguí el viernes como un corderito sigue a su pastor. No. Tampoco fui cerca de Amanda para enterarme que sabía de él.

No. Yo había ido a mi lugar secreto y pasado todos los recesos allí como si fuera una antisocial y suicida chica. No es como si ser antisocial fuera malo. Pero para mí sí lo era y estaba muriendo. Era como si mis amigos me estuvieran clavando navajas por el cuerpo. Cuando en realidad ellos trataban de hablarme y yo los repudiaba como la peste. Al único que no había sacado a patadas era a Niall. Solo por la razón que él no trataba de sacarme información y no me preguntaba nada de lo que había sucedido. Lo que era extraño. Niall siempre quería saber que me sucedía. En cualquier momento. Sin importarle nada. Y ahora el solo no me presionaba. Era raro.

Me pare de la cama y me desperece.  Yo tenía que averiguar que le sucedía a Zayn. Estaba segura que no era por lo que sucedió conmigo en los pasillos. No, por supuesto que no. ¿Por qué entonces él estaría como si lo hubiera atropellado un camión? Tenía que saber que inquietaba al moreno. Pero me daba terror como yo reaccionaba a él. Como mi cuerpo reaccionaba cuando estaba cerca o cuando me tocaba.

Camine hasta el baño arrastrando mis pies lentamente. No tenía los ánimos como para ir a darme una ducha. Pero si quería saber que le sucedía a Zayn, no podía ir toda sucia.

Cuando termine en el baño, salí y me cambie de ropa. Me puse una camiseta negra con una estampa de un búho gris, unos tejanos negros y unas zapatillas deportivas igualmente negras. Salí de la habitación y tome una manzana en la cocina. La limpie sobre mi camiseta y me fui. Seguramente Dafne y Louis se habían ido a alguna parte antes que yo despertara. Camine calle abajo tratando de pensar que decir cuando llegara a la casa de Zayn. ¿Qué podía decirle? “Hey, Zayn. Soy la chica la cual te humillo en público. ¿Qué te sucede?” No. Yo no podía hacer eso. Era muy tonto decir eso. No tenía idea de que decirle. Quizás estaba resentido conmigo y como estábamos en el mismo lugar en el que él estudia, no soporta verme toda la semana. ¿Podía ser eso? ¿Él me estaría odiando en este minuto?

Pare mi caminata, dispuesta a darme media vuelta y volverme a mi hogar. Donde estaría escondida en cuatro paredes de concreto y nadie podía ver mi sufrimiento. Respire hondo y me negué a irme sin al menos intentar averiguar que tenía a Zayn así. Si realmente era yo. O si le había sucedido algo. Lo que rogaba internamente que fuera. No es que me gustara saber que algo lo estaba afectando, sino que yo no quería que él me odiase. Aunque si lo pensaba mejor… no. No tenía que pensar en eso. Solo iría a su casa. Quizás ni siquiera este. Quizás haya salido a algún lugar.

Finalmente vi a lo lejos el jardín delantero de la elegante casa de Zayn. Mis pasos cada vez se hacían más lentos y sentía que el miedo comenzaba a paralizarme. Me di un golpe en la cabeza mentalmente por ser tan estúpida. ¿Por qué le tenía miedo a eso y no a que estuve a punto de perforarme un pulmón? No era más que un muchacho. Del cual me había enamorado. Pero un muchacho al fin y al cabo. ¿Y si mejor lo llamaba? No. Eso era de cobardes. Y yo no sería una cobarde. Ya había llegado hasta aquí, no huiría ahora. Pase por el porche de la casa y subí los tres escalones que me separaban de la puerta principal. Levante mi puño y quedo suspendido por unos segundos de indecisión. Y si mejor… Dios, no. Tocaría. Mis nudillos tocaron la puerta vacilantes.

Espere unos segundos y nada pasaba. Toque con más fuerza y escuche como maldecían. Luego de un “Ahí va”. Los pasos fuertes se escuchaban hasta donde yo me encontraba parada. Y mis manos comenzaron a temblar y sudar. Estaba a punto de correr a esconderme y escapar cuando la puerta se abrió. Levante la vista hacia el padre de Zayn y sonreí tímidamente. Él me miraba con el ceño fruncido y me estaba arrepintiendo de haber venido. Si así me recibía su padre, no quería ni imaginar cómo  me recibiría él. Soltó un gruñido y yo creí sentir sus dientes rechinar.

No te odio (Zayn Malik y Tu) (Book #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora