Capitulo 23

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Mis manos cayeron de su cuerpo y lo mire impactada. ¿Habia escuchado mal? ¿O habia dicho que me quería?

— ¿Qué? —pregunte insegura. Si lo repetía, lo besaría.

—Te quiero. —me acerque a besarlo. —Eres mi amiga, me preocupo por ti. —frene a medio camino y retrocedi un paso.

Eres mi amiga.

Mi amiga.

Amiga.

Ok, acabo de ser llevada a la friendzone. Recorde que él ahora estaba con Perrie, por lo que obviamente me querria como amiga.

—Yo no te quiero como amiga. —le dije sinceramente. —Porque tu no eres siquiera un amigo para mi. Espero que tengas una buena vida.

Me aleje rápidamente de allí. Mis lagrimas caian como cascada de mis ojos. Camine hasta perderlo de vista. Cuando ya no lo pude ver, corri con todas mis fuerzas. Acababa de rechazarme de la manera mas dolorosa. Necesito tomar aire, con el llanto no puedo respirar de forma correcta. Aun asi no pare. Llegue a mi casa con la vista nublada y la respiración hecha pedazos. Mi garganta dolia del aire seco. Apoye mi cuerpo sobre la puerta para cerrarla. Cai allí mismo y solloce.

— ¿Por qué? —susurre.

Duele tanto. Rasguñe mi pecho intentando sacar el dolor. Pero no podía. Llore como una niña por alrededor de una hora. No podía parar de llorar. Mi cuerpo tampoco me ayudaba para pararme. Tape mi rostro intentando que de esa forma pudiera parar de llorar. ¿Por qué no podía corresponderme? ¿Por qué no podía salir bien? ¿Por qué no era como una historia de amor? Queria que él igual me quisiera como yo lo quiero.

Quiero olvidar de inmediato. Quiero sacar mi corazón y tirarlo. No lo necesitaba, no lo quería. Comence a gatear para llegar a las escaleras, mis lagrimas parecían haber remitido. Cuando llegue al primer escalon, me impulse con fuerza. Mis brazos cedieron, pero volvi a intentarlo. Cuando pude pararme, subi las escaleras para llegar a mi habitación. Cerre mi habitación con llave y me acoste debajo de las sabanas. Me abrace y volvi a llorar hasta quedarme dormida.

Desperte luego de unas horas, sudorosa y agitada. Habia soñado con Zayn, pero no habia terminado bien el sueño. Mi cuerpo estaba caliente y sudaba. Estaba algo mareada y creo que estaban golpeando la puerta con violencia. Quise gritar que estaba bien y que me dejaran dormir, pero era mentira. Creo que tengo fiebre, pensé.

Me arrastre hasta la puerta y gire la llave. Dafne entro rápidamente y se arrodillo a mi lado. Toco mi frente y maldijo mucho.

— ¡Louis! —grito haciendo que mis ojos se nublaran un poco. —Ven rápido. —Dafne golpeo mi mejilla, manteniéndome consciente. — Debemos bañarte asique mantente despierta.

Intente asentir, pero con el mareo no podía. Mire como las dos siluetas se movían con demasiada rapidez para mis ojos. Me sentí volar y luego el frio golpeo mi cuerpo, haciéndome temblar. Intente salir de la bañera, pero me empujaron de nuevo dentro. No pelee mas porque sabia que no les ganaría.

•••

Una semana después puede volver al instituto. Me habia enfermado y me habia deprimido completamente. Pero ahora estaba lista para enfrentarme a la realidad. Bueno, en realidad no estaba lista. Pero no podía faltar mas o repetiría el año.

Volver a ver a todos fue algo agradable. Vi a Niall en su casillero y corri hasta él.

—Lo siento mucho. —dije colgándome a su cuerpo. —Perdoname. No quise gritarte.

Niall solto una carcajada y me agarro fuerte.

—Asique estas mejor. —dijo con una sonrisa. —Mira tu casillero. Parece que tienes un admirador.

Voltee para ver 6 rosas violetas pegadas en mi casillero. Habia dos que ya estaban secas, pero el resto se mantenían frescas. Las tomé y meti dentro del casillero. No habia nada escrito, por lo que no podía saber quien me lo enviaba. Sonrei alegremente. Con eso me alegraba el dia.

—Gracias. —susurre.

Zayn estaba en el casillero de al lado cuando volvi mi vista para hablar con Niall. Verlo a primera hora de la mañana fue algo chocante pero pase de él y tome del brazo a Niall para irnos a clases. Tenia las manos en puños, que lentamente fui deshaciendo. Pronto podría caminar sin necesidad de tensarme.

Entramos al salon y tuve ganas de llorar. Pero no empezaría de nuevo. Ya estaba cansada de tanto.

— ¿Se puede saber, por qué tienes lentes de sol? —pregunto Niall señalándolos.

Me habia puesto estos lentes porque mis ojos estaban hinchados y rojos de tanto llorar. No quería que nadie se diera cuenta, pero llamaba mas la atención con ellos puestos.

—Tengo conjuntivitis. —dije inventando.

— ¡Alejate de mi! —grito saltando lejos.

Lo mire mal al verlo defenderse con sus manos. Bueno, era mentira pero él no sabia eso. Rode mis ojos y me aleje hasta el final del salon. Preferia que me pusieran lejos antes que se dieran cuenta que estaba completamente destrozada. Todos los profesores me preguntaron sobre los lentes de sol, y me dejaron tenerlos puestos luego de escuchar mi respuesta. Nadie quería contagiarse por lo que estuve casi aislada toda la mañana.

No fui al entrenamiento, quería cuidarme los huesos una semana mas, para dar lo mejor de mi después. Mi mano estaba sana y solo quedaron las costras. Que aunque ame sacar, no lo haría.

Al salir del instituto, unos metros alejada, me saque las gafas.

—Pero miren a quien tenemos por aquí. —dijo Amanda tomandome por sorpresa. —A mi no me pareces enferma.

Suspire ruidosamente y me coloque las gafas otra vez.

— ¿Qué quieres, Amanda? No estoy para tus estupideces. —dije retomando mi camino.

—Al parecer rompes familias. Supe que eras zorra, pero nunca pensé que tanto. —dijo Amanda, haciendo que frenara. ¿Cómo sabia de eso? —Yo que soy tan zorra como dices, no separe una familia. ¿Quién es mas zorra ahora?

¿Por qué estaba repitiendo tanto la palabra zorra? Me estaba hartando.

— ¿Quién te ha dicho esa mentira? —pregunte intentando parecer segura.

—Zayn, por supuesto. Luego que te dejara tirada, vino a mi casa. —Amanda fingió sorpresa y me miro con una falsa culpabilidad. —Oh, lo siento. No tendría que habértelo dicho. Se me escapo.

Asique Zayn estaba jugando a dos bandas. No es que me sorprendiera tanto. Él ya habia hecho eso antes, por lo que no era algo de gran importancia. Pero que estuviera contando todo aquello, y mas a Amanda, me molestaba y dolia por partes iguales. No debía darle tanta importancia, pero aun asi no podía evitarlo.

—Es mentira. —dije. —No he roto ninguna familia. Ahora debo irme.

Me fui corriendo de allí. Si, corriendo. Porque Amanda no me alcanzaría con sus tacones gigantes. Luego de tres manzanas, pare y recibi una llamada. Busque mi teléfono en el bolsillo de la mochila y casi se me cae cuando lei el nombre escrito.

Luke.

¿Qué quería él ahora?

— ¿Hola?

— ¡Hola! ¿Tienes tiempo? —pregunto sonando algo agitado. —Estoy yendo a tu casa.

—No estoy allí. Vamos a la heladería que esta dos calles abajo. —dije cruzando la calle. —Te espero dentro.

—Gracias. Y lo siento. —dijo.

Y luego corto.

No te odio (Zayn Malik y Tu) (Book #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora