Me senté en el borde del abismo...

Mirando más allá de mis piernas...

Mirando fijamente mi cuerpo inerte, con mis ojos abiertos y una sonrisa en mis labios.

Miraba atentamente cada centímetro de mi cuerpo inerte...

Sonreía cuando a mi misma me veía.

Las voces se transforman en sombras, un ritual anti-natural se hace a mis espaldas.

Veo muchas personas escribiendo su carta de despedida y saltando al vacío, una y mil veces...

Era un ritual algo absurdo, pero al momento de sus cuerpos caer, rápidamente surgían alas de sus cuerpos y volaban tan alto como les era posible.

Mis manos se alzaron mirando atentamente sus alas, deseaba tocarlas.

Me paré al borde del abismo, y como si abajo no hubiera nada.

Salte y volé hasta caer...


Desperté.

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