En mil vidas pasadas, fui sentenciada.
A ser colgada en la horca, y ser apedreada como una Criminal.
Camino bajo la única sentencia de haber matado a mi conciencia, siendo ahora sentenciada a las mil voces que escuchó en estos instantes.
Susurró mirando a aquellos que me han sentenciado a la horca, sólo por haber intentado sobrevivir...
Sus miradas son borrosas, al igual que sus acciones.
Veo a alguien caminar hacía un tipo de palanca, la soga comienza a dar comezón en mi cuello y miro mis manos atadas...
El sonido chirriante de algo cerca de mi escuchó, el suelo desaparece y mi cuerpo comienza a flotar.
Mi cuello duele, dejé mi cuerpo inerte en la soga que me aprendía y camine entre las tinieblas...
Camine entre los mundos y te encontré en la lejanía...
Magullado y llorando, un alma hecha pedazos...
Mirando al borde del abismo de aquel puente, me viste y sonreiste.
Te tendí mi mano...
La tomaste con esperanza...
Yo agarré su mano y Sonreí ante su sonrisa...
Lo Solté y lo vi volar...
Caía su cuerpo en la obscuridad, su sonrisa se borró y la mía se agrandó.
Miraba atentamente su vuelo, hasta que aterrizó.
Sus hermosas plumas carmesí se hacían notar en todo aquel suelo...
Sus bellísimas alas estaban regadas por todas partes...
Su sonrisa era una fina linea...
Y sus ojos rojos ,reflejaban mi alegría.
Antes de marcharme, me despedí de él.
Me paré en el borde del puente sonriendo y carcajenado, cada vez más...
Desafiando a la muerte, caminando entre las penumbras del lugar.
¿Seré yo la próxima en caer, o la próxima que los dejé caer...?