Dicen que debo enfrentar mi realidad, entender que no siempre todo tendrá el mismo resultado...
Que lo que gané una vez, no volvera a ganarse.
Que lo que perdí una vez, se quedara perdido para siempre.
Que debo entender...
Que debo enfrentar...
Que debo dejar...
Que debo valorar...
Que debo olvidar...
Que debo recordar...
Me dicen con susurros, tal cual un muerto al oido, que mi realidad no cambiara por que lo que quería no me pertenecía.
Que la persona que me correspondía, hoy día ni me mira.
Que la persona que podía hacerme volar entre las nieblas y las luces de la felicidad, ahora no es más que una tijera filosa, la cual impedirá mi vuelo hacía el más allá.
Olvido...
Desolación...
Ansiedad...
Estrés...
Depresión...
Culpa...
El entender que lo que puedo haberte hecho meramente feliz, ahora no esta junto a ti.
Comprender que, a pesar de las apariencias, no seguiría más allá de lo debido a tu lado.
Comprender tarde que has perdido algo tan valioso como la vida, por alguien que ahora te a olvidado y hechado a un lado.
Ahogarse en los mares del alma, enloquecerse con las voces de las tinieblas, perderse en un abismo que antes era tu lugar favorito.
Todo está perdido...
Perdido entre la luz, la obscuridad, la niebla, y los recuerdos...
Perdido como esta alma que solo buscaba algo en donde nunca debió buscar...
Pobre alma inocente...
Que se aferró a un recuerdo, a una voz, a una persona, y se perdió totalmente.
Pobre alma insulsa.
Condenada a vagar por toda la eternidad por pensar que quien amaba y le hacía sentirse triunfante e valiente, ahora le había dado la espalda, dejando le en su soledad eterna...
Rompiendo sus promesas...
Rompiendo sus momentos...
Rompiendo sus vidas...
Rompiendo, un corazón inocente...
Destruyendo todo lo que una vez fue su fuerte, para convertirlo en su perdición eterna...
Y todo...
Por encerrarse en un closet.