Lágrimas ajenas
Contemplo como el frío cala en mis huesos, y como la vida se marcha de entre mis pútridas manos.
He estado observando como el paso del tiempo se abre camino en mi pecho y detiene todo movimiento.
He visto en cada rostro una lágrima distinta, aún no encuentro alguna que se asemeje a otra.
Todas reflejando algo inusual, diferente...
El dolor ante una pérdida,
El deber del llorar,
La felicidad casi tangible disimulada ante la moral.
Arriba de mi hay tantas caras llenas de lágrimas, que es difícil discernir quién realmente amo y quién realmente odio; Más sin embargo, desde mi mirar pudo decir que el peso de sus lágrimas representan el gran dolor que llevan en sus almas.
Unas lágrimas tan livianas no expresan más que un gran alivio.
¿Me volvi una molestia?
No podría contar los minutos que pase con todos los que, arriba de mi lloran, pero podría narrar cada vez que los vi feliz.
De entre la familia sobre mi, hay lágrimas que pesan tanto y más que el dolor; las lágrimas del rencor.
¿Qué tantos males e causado en vida que ahora llevo cadenas de odio a mi "otra vida"?
¿He sido de esas personas crueles?, Solo me e visto asesinando a personas que a todos les parecían dar igual.
Lo que más recuerdo resonar en mi cabeza, son voces que desde el más allá susurran que el tiempo se congelara y que la muerte me vendrá a buscar.
Mi cuerpo se comienza a desintegrar dentro de esta caja tan fría y sólida, ni siquiera una flor cayó dentro de esta a la hora mi entierro.
Observó como la muerte me ofrece sus manos mientras cuenta en alto las lágrimas que por mi se han derramado y las que nunca han cesado.
El número es tan inaudito como la cantidad de personas que fueron a dejarme dentro de esa caja tan fría y solitaria.
Recuerdo que la muerte antes de encaminarme a mi más allá me recordó que El Cero era también un gran número.
