Regina

La Cueva y su Magia.

Rumple y Regina se habían encontrado y pedido ayuda a Ariel, una sirena, para que viajara a Storybrook y trajera la Caja de Pandora para encerrar a Pan y librarse de él.

Estaban solos, sin los héroes ni el pirata. Regina se separó de ellos. ¿Por qué? Todo empezó cuando buscaron a Tinkerbell, un hada con la que tenía una historia complicada, para pedir ayuda a entrar al campamento de Pan y salvar a Henry. Ella se rehusó a llevarlos hasta que tuvieran un plan para escapar de Neverland. En busca de uno, todas las pistas los llevaron a Neal, quién estaba muerto. No encontraron nada en su cueva e intentaban encontrar algo más, pero entonces tuvieron nuevas noticias. Neal estaba vivo e iban a buscarlo. Regina se rehusó a seguirlos a una posible trampa y mentira, así que se separó.

Estaba con Gold, esperando el regreso de Ariel, cuando él mencionó que tuvo una conversación con Pan. Sabía dónde tenía a Henry. En la Cueva del Eco. El pequeño monstruo no obtuvo lo que quería así que lo encerró para divertirse un rato con los adultos. Sin pensarlo dos veces, dejó a Gold a cargo de la sirena y de cumplir su parte del trato y corrió a buscar la Cueva. Ya sabía que camino debía seguir.

Emma, Snow, David y Hook estaban frente a la Cueva del Eco. Buscaban a Neal. No solo por la posibilidad de salir de Neverland, sino por la posibilidad de encontrar a un ser querido que creían perdido.

«Las huellas llevan a esta cueva. Debe ser donde Pan mantiene a Neal», dice Snow, saliendo de entre la Jungla después de rastrear las huellas. Los otros la seguían

«Si la cueva es una prisión, ¿por qué no hay guardias para detenernos?» preguntó David dudoso, con la mirada fija en la cueva.

«Por que no necesita guardias» dijo Hook. Tomó la delantera y se detuvo frente a ellos.

Iba a decir algo cuando escucharon pasos detrás de ellos, provenientes de las huellas que siguieron. Los hombres y Emma desenvainaron sus armas y Snow preparó su arco, listos para atacar.

«Bajen esas. No las necesitan» dice Regina con un tono divertido. «No esta vez, de todas formas» agregó con una pequeña sonrisa pícara.

«¡Regina! ¿Qué haces aquí?» dijo Emma, al ser la única, que fue capaz de decir algo, además de Hook. Pero a él no le interesaba.

«Yo...» fue todo lo que salió de su boca mientras intentaba recuperar su respiración, llegó corriendo. «Mi hijo. Está ahí. Pan le dijo a Gold. Debemos buscarlo y así podemos largarnos de esta isla infernal».

«¡¿Henry?! Dios mío» exclamó la rubia afligida. «Pero... Se supone que Neal está aquí».

«Entonces supongo que podemos matar dos pájaros de un tiro».

Emma sonrió. No preguntó nada, ni estaba interesada en hacerlo. El apoyo de esa mujer era suficiente. Entonces nota que la estaba mirando fijamente demasiado, sacude sus ideas y vuelve a Hook. «Bueno... ¿Qué decías?».

«Es la Cueva del Eco».

«¿La conoces?» preguntó Snow.

«Demasiado bien. Perdí a la mitad de mi tripulación en esas rocas» dijo enfrentando a sus compañeros. «La única forma de rescatar a alguien ahí es revelando un secreto».

«¿Un secreto? ¿Eso es todo?»

«Tu secreto más oscuro» reveló un poco asustado. Medio segundo más tarde escucharon un 'mierda' detrás de ellos, proveniente de Regina. Decidió ignorarlo y continuó. «El nombre de la cueva viene del refrán: "Entre mayor la mentira, mayor su eco". Debes revelar algo personal. Un secreto que no admitirías ante nadie».

«Esto es ridículo» dijeron Regina y Emma a la par. Sus secretos eran suyos. Emma podría estar dispuesta a revelarlo por Neal. Pero Regina no, especialmente si era por un hombre que no le importaba ni conocía. Ella nunca revelaría eso.