Emma se quedó congelada, con la mirada perdida en la cama en la que hace unos segundos estaba Regina. Ni siquiera el movimiento en el pasillo, ni los gritos de su madre y el hombre que trajo del futuro intentando pasar sobre Henry, la despertaron de su ensimismamiento.
Henry era sólo un niño, no podía impedir que dos adultos entren a la habitación, por más fuerte que fuera su voluntad. Snow y Leopold tenía mucha más fuerza que él, y aunque nunca lo lastimarían, no era tan difícil pasar sobre un preadolescente.
«¡Emma!» llamó su madre desde afuera. Ahí despertó y giró la cabeza para encontrarse con la morena y su padre entrando a la habitación. «¿Y Regina?».
«¿Dónde está mi esposa?» exigió él a Emma.
«Se fue, y Regina ya no es tu esposa» defendió Emma, con la frente en alto y un semblante duro.
«¡Emma!» la regañó Snow. «Es tu abuelo».
«No quiero estar relacionada con él» respondió y la expresión de víctima de Mary Margaret reveló cuánto le importaba su padre. No podría confiar en ella sobre Regina.
«¿Es mi nieta?» Leopold se suavizó.
Lamentablemente, pensó Emma.
«Sí, papá».
«Pero... ¿Cómo? Tienen la misma edad» dijo frunciendo el ceño.
«Larga historia» se limitó a decir Emma. «En el momento en el que no estemos en la misma habitación, Mary Margaret no tendrá problemas en explicarla, ¿verdad, mamá?».
«Eh, sí» balbuceó.
«¿Mary Margaret?» cuestionó Leopold.
«Es parte de esa historia, papi, ya entenderás».
Definitivamente, Snow era la típica niña de papá. Como lo sería Emma si hubiera sido criada por Encantador. Casi le daban arcadas de imaginarse con los vestiditos-no tan chiquitos-, los pretendientes y los matrimonios arreglados, los finales felices y los unicornios y arcoiris que saldrían de su boca cada vez que la abría.
«Quiero ver a mi mujer» exigió otra vez y Emma no reprimió los ojos en blanco.
«¡Ella no es tu mujer! No tienes derecho sobre ella» repitió, perdiendo la paciencia.
«Es, hasta que la muerte nos separe, niña» recordó él.
«¡No te atrevas a acercarte a ella! Antes tendrás que pasar sobre mi cadáver».
«¡Emma!» exclamó Snow, indignada. «No le hables así a tu abuelo».
«Él no es ningún abuelo para mí» dijo mirándolo con desdén.
«Regina es su esposa, es su derecho».
«No, no lo es. Y yo creí que la felicidad de Regina te importaba más que eso, Mary Margaret».
«¡Me importa!» exclamó ligeramente ofendida. «¿Por qué crees que quiero que vuelva con su esposo?».
«No te creí tan ingenua para creer que él y Regina se aman y fueron felices para siempre y toda esa basura que sale de tu boca cada tanto».
Snow se quedó boquiabierta, un segundo antes de pensar qué decir. «¿Dónde está?» preguntó.
Y Emma rió seca. «Como si fuera a decírtelo».
La rubia salió de la habitación y se llevó a Henry, quién no dudo en insistir en ver a su madre, por lo que tuvo que explicarle que ya no estaba en el hospital. Luego preguntó dónde estaba y Emma mintió. Dijo que no sabía. Pero porque estaba segura de que la morena no deseaba visitas en ese momento.

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Regina
Fiksi PenggemarOnce Upon a Time con un pequeño cambio de trama. La historia se basa en Regina. Después de la muerte de Cora, Regina se deprime. Emma y David investigan a Regina y Henry la ignora. Mientras Emma intenta evitar que cause problemas, ella se rinde con...