Regina

Rescate.

«Genial... Ahora nos quedamos sin opciones» se quejó Regina.

«¿Qué hay de los niños?».

«Como si fueran a traicionar a su querido Peter Pan»

Colocaron el cuerpo de Henry en una cama. Todos hablaban sobre un posible plan, mientras Regina se mantenía callada y Neal escuchó un grito, alguien que llamaba. Él se encargó de eso por su cuenta. Volvió con un niña llamada Wendy. Conocía el plan de Pan pero no sabía dónde estaba. Le prometieron que ella volvería con ellos para reunirse con sus hermanos.

Regina aún se rehusaba moverse del lado de Henry. Acariciaba su cabello mientras los otros hablaban sobre temas que no podían importarle menos. Pero fue obligada a hablar cuando le preguntaron algo. Tenían una hora hasta que el hechizo se acabe para conseguir el corazón.
En cólera, la morena se retiró del lado de Henry para dirigirse al campamento y a los Niños Perdidos.

«¿Dónde está?» gritó mientras se caminaba hacia uno de ellos con paso rápido. Lo tomó de los hombros con violencia.

«Se fue» dijo Félix, uno de los más leales a Pan. «No hay nada que puedan hacer. Ya ganó. Pan nunca falla.»

«¿No quieres hablar? ¿Qué tal si te hago hablar?» lo amenazó levantando la mano de uno de sus hombros, lista para arrancarle el corazón. Pero Emma agarró su brazo deteniéndola. Eso le recordó a lo que pasó antes de su huida, por solo un momento.

«Regina, espera».

«No hay tiempo» gritó, mientras Emma la movía a un lado, alejandola de los niños.

«No creo que torturarlo sea la mejor idea.» ella la miró confundida. «Mira a estos chicos. Han vivido un infierno. Probemos algo más»

«Sí, probemos siendo dulces. No responden a la razón. ¿Qué más puedes ofrecer?».

«Lo que todo niño quiere. Una madre.» dijo mirando a los niños. «Una vez yo era como ustedes. Una niña perdida. Nunca pensé que tendría un hogar o una familia. Y, hoy, me recordaron que hay un gente que me quiere. Si eso me pasó a mí, puede pasarle a ustedes. Podemos llevarlos con nosotros, a casa. Sólo tienen que decirnos dónde está Pan».

«No lo diré» dijo Félix.

«Tiene que ver con árboles» dijo un niño.

«¡No!».

«Sí. Tiene que ver con árboles. Es donde Pan va cuando quiere estar solo».

«¿Pueden decirnos dónde es?» preguntó esperanzada.

«Sí, pero tienes que jurar que nos llevarás contigo».

«Lo prometo. Vamos a ir a casa.»

Los niños se miraron entre sí, para después dirigir su mirada a Emma. «Está en el Bosque Pixie».

«¿El Bosque Pixie? ¿Está ahí?» dijo Regina.

El niño asintió repetidamente. «Queda al norte. Es donde el polvo de hadas crece.»

«¿Sabés dónde queda?» le preguntó Emma a Hook.

«Aye. Está desértico. Nadie, excepto Pan, a pisado ese bosque en siglos».

«Es hora de hacer historia».

«Te necesito aquí. Cuando tengamos en corazón será difícil regresar. Necesitamos ayuda», le dice a Neal.

«Bien».

«¿Qué necesitas de nosotros?» escucha que su padre dice detrás de ella.

«Juntemos a los Niños Perdidos para llevarlos al Jolly Roger».