Apenas había permitido que los neumáticos derraparan sobre el asfalto antes de salir con prisas del automóvil, importándole bastante poco el asegurar la puerta del piloto antes de correr hacia el lado contrario para sacar al inconsciente muchacho del asiento trasero. Sosteniéndolo entre sus brazos mientras empujaba torpemente la puerta, giró con la carga extra antes de apresurarse hasta las puertas del hospital.
Ni siquiera tuvieron que pasar más de un par de segundos antes de que una enfermera vestida completamente de blanco corriera en su ayuda, llamando alarmada a una camilla, mientras otra mujer corría por un pasillo lateral, en busca de un médico.
Escuchando un molesto pitido que iba aumentando de intensidad conforme los segundos pasaban. Seung Hyun simplemente corrió al lado del equipo que prontamente había aparecido, entre ellos aquel colega suyo a quien había pedido opinión sobre el caso del muchacho castaño. Siendo inconsciente de las demandas que hacía, se vio retenido por una de las enfermeras cuando la camilla cruzó las puertas hacia urgencias.
Entonces, todo pareció perder nitidez cuando sus sentidos se atontaron, las luces se volvieron opacas, los sonidos apenas y eran pequeños murmullos y las cosas que lo rodeaban se alentaron, como si se trata de una mala película.
Girando sobre sus propios talones, tuvo que sostenerse de la pared mientras se encaminaba hasta la sala de espera, en donde se dejó caer descuidadamente sobre una de las sillas, notando cómo las personas a su alrededor se atrevían a mirarle con interés. Confundido, escondió el rostro entre sus manos, y sólo entonces pudo darse cuenta de la razón del interés de los otros, sus mejillas estaban empapadas en lágrimas y sus manos temblaban como si fuesen gelatina.
No entendía qué estaba pasando, sólo sabía que en el momento en el que el joven muchacho se había desplomado entre sus brazos, implorando por ayuda, una especie de instinto había surgido dentro de él, exigiéndole una estabilidad para el menor. Ni siquiera sabía cómo era posible que hubiera podido llegar con bien, sintiéndose como lo hacía.
Sentía desesperación, terror y angustia carcomiéndole desde el interior. Estaba paralizado. No lograba comprender la razón por la que el menor había sufrido aquel desmayo o, mejor dicho, no quería entenderlo. Algo en su mente le imposibilitaba el aceptar que Ji Yong estaba mal.
Tallándose la cara, tratando así de traer un poco de criterio a sí mismo, permitió que las lágrimas se encargaran. Permitió al dolor corromperlo mientras esperaba con incertidumbre.
Quizás no era la forma más elocuente de reaccionar, sin embargo, no podía evitar que le afectase a tal grado. Sentía como si una parte de él estuviese en peligro, como si ya hubiese vivido eso y ahora ya no estaba dispuesto a pasar por ello otra vez.
Después de lo que le pareció una eternidad, y estando encogido en sí mismo, sintió a alguien tocarle el hombro, tratando de llamar su atención; apenas y alzó la cabeza, encontró la expresión ceñuda del médico que había visto antes.
—Me dijeron que tú trajiste al chico que ingresamos a urgencias, Seung Hyun.— habló informalmente, suspirando pesadamente.
—Sí. ¿Cómo está? — inquirió, apresurándose a ponerse de pie.
—Conseguimos estabilizarlo. Bajamos su temperatura y le aplicamos un antibiótico. Ordené hacer un examen sanguíneo para conocer qué sustancia en específico es la que lo llevó a el ataque de abstinencia, así sabremos qué tratamiento debemos implementar en él.
—¿Qué? ¿Abstinencia?
—Sí, Seung Hyun. El paciente obviamente es adicto a alguna sustancia, y podría asegurar que se trata de heroína, pero quiero estar seguro.
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ESTÁ PROHIBIDO ENAMORARSE
FanfictionKwon Ji Yong es un hombre rebelde, irrespetuoso y dueño de un profundo resentimiento que le carcome desde el interior. Podrido desde la médula, está dispuesto a corromper hasta el ángel más inocente que pueda cruzarse en su camino. Sin embargo, exi...