La luna comenzaba a alzarse por sobre la imponente mansión, la luz que proyectaba solo realzaba las sombras, acentuándolas de una manera en que todo tomaba una vista más cruda y espeluznante; realzando el hecho de que la mansión no había recibido el adecuado cuidado no ayudaba en nada.
Las luces de la mansión estaban encendidas pero la que más llamaba la atención era la de una de las alcobas principales, la luz se filtraba desde el interior de un hermoso balcón, las delgadas cortinas se movían al compás de la helada brisa mientras que desde el interior podía escucharse una sugerente melodía con una letra poco coherente.En medio de la habitación se encontraba un chico de cabellera rojiza, vistiendo solamente sus pantalones de PVC rojos que se ajustaban obscenamente a sus largas y delgadas piernas. Sus caderas se movían al compás de la música mientras andaba de un lado a otro en la alcoba, localizando sus pertenencias. Tomando una camisa blanca de su armario, se la colocó mirándose al espejo, aprobándose a sí mismo. Tomó sus botas de motorista y se las calzó en unos cuantos segundos, mientras escuchaba como golpeaban con violencia su puerta, tan fuerte que los golpes se escuchaban perfectamente por encima de la ruidosa música.
Rodó los ojos con fastidio al imaginarse de quién podía tratarse, su madre. Agarró su chaqueta negra junto con las llaves de su auto y teléfono celular solo para encarar a su progenitora quien le miró con ceño fruncido.
—¿Qué demonios crees que haces?— el muchacho rodó los ojos.—¿De qué hablas?
—Todo este maldito escandalo.— su madre alzó los brazos, refiriéndose a la ruidosa música que aún era capaz de ser escuchada— Siempre es lo mismo. ¿No puedes ser un chico normal?
—¿Normal?— el chico bufó divertido— No puedes estar hablando enserio...— escupió airadamente al tiempo en que pasaba de largo a su madre y andaba hasta las escaleras, bajándolas rápidamente.
—¡Ji Yong!— su madre parecía haberse vuelto loca. Gritaba como si la vida se le fuera en ello— ¡Ji Yong, maldita sea! ¡Regresa aquí!
—¡Déjame en paz!— gritó mirando por sobre su hombro, notando como su progenitora le seguía el paso.
—¡Maldita sea!— sin saber el cómo, la mujer logró pescarle del brazo, haciendo que se volviese con una expresión furiosa— ¿A dónde crees que vas y con el permiso de quién?
—¿De verdad?— rio— ¿Tienes el cinismo de cuestionarme?
—Cuida la manera en que me hablas, jovencito.— chilló la canosa mujer.
—¿Crees que tienes el derecho moral para decirme que es lo que puedo y no puedo hacer? ¿De verdad?— se burló.
—¿Qué está pasando ahora?— las puertas dobles que daban a la sala se abrieron, dejando ver a un hombre a mediados de los cincuenta, con la corbata floja junto con un vaso de whisky en su mano derecha.
—¡Tu hijo! Eso es lo que pasa. Cada maldito día que pasa se convierte más en un...
—¿Un qué?— la fría mirada del pelirrojo se clavó en los achocolatados ojos de la mujer.
—En un vago. Solo mírate. ¿Cuántas veces te has teñido el cabello? Mira la ropa que usas. La joyería en la cara. Los tatuajes. La manera en que hablas. Tus salidas constantes por la noche y tus llegadas a altas horas de la madrugada. ¿Qué está pasándote?
—Ustedes, ustedes me pasan.— el pelirrojo rechinó los dientes— Y si algo es seguro, es que no tienes el derecho...— miró a su padre, quién hasta el momento se había mantenido al margen— No tienen el derecho a juzgarme o a querer enseñarme algo sobre moralidad, no después de tanto tiempo. Vivo mi vida como quiero.
ESTÁS LEYENDO
ESTÁ PROHIBIDO ENAMORARSE
FanficKwon Ji Yong es un hombre rebelde, irrespetuoso y dueño de un profundo resentimiento que le carcome desde el interior. Podrido desde la médula, está dispuesto a corromper hasta el ángel más inocente que pueda cruzarse en su camino. Sin embargo, exi...