Club Paradise |Larry Stylinson| (M-preg)

Capítulo 15

—Ahh, mierda. — Louis gimió en mi oído y se corrió junto conmigo.

Al final no había sido una última follada, sino dos, la última había sido apresurada pero sin dejar de ser sumamente placentera. Esta noche y parte de la madrugada habíamos follado como locos, fue una locura. Seguramente mañana iba a amanecer con un fuerte dolor de trasero, pero tal parecía que nuestros cuerpos no se podían satisfacer el uno del otro, no sé cómo le haré para aguantar una semana sin tocarnos. Louis cayó rendido encima de mí, yo lo abracé y escondí mi cabeza en su cuello, respirábamos fuertemente, nuestros corazones latiendo desbocados y nuestros cuerpos sudados y todavía temblando por los espasmos del placer. 

Levanté un poco mi cabeza para ver la hora, el reloj marcaba las 3:10 am.

¡Maldición!

*¡Oh, no!, Liam y Niall te matarán.*

¡Mierda! Esta vez sí denme por muerto, si no saben de mí en las últimas 24 horas ya saben que paso conmigo.

*No exageres, dramático*. Mi yo interior puso los ojos en blanco.

¡Que es la verdad!, De seguro encontraran mi cuerpo en una zanja, adiós a mi hermosa vida.

*cállate y mejor mueve tu culo de esa cama*

Suspiré dramáticamente, sí, es extraño el pelear conmigo mismo, pero qué más da, así soy de raro.

—Guapo, tengo que irme. — Hablé en el oído de Louis con un tono suave y meloso.

—No, quédate un ratito más. — Dijo con un tono cansado y después empezó a dar besitos en mi cuello haciéndome cosquillas y provocando que soltara una pequeña risa.

—No puedo, es tarde. — Hablé con un tono afligido, porque de verdad no quería irme pero tampoco quería terminar asesinado por Niall y Liam.

—Está bien. — Suspiró frustrado y se levantó de encima de mí. Me dio la mano y me ayudó a sentarme en la cama.

Sus labios mostraban un pequeño puchero, me dio tanta ternura que no pude evitar besarlos cortamente. ¿Cómo es que Louis Tomlinson puede ser sexy y tierno a la vez?, una pregunta que jamás podré responderme a mí mismo.

—Nos veremos la próxima semana aquí mismo a la misma hora. — Acaricié sus labios con mi pulgar y él agarró mis mejillas para dame otro pequeño beso.

— ¿Lo prometes? — Preguntó con su rostro a milímetros del mío.

—Lo prometo. — Dejé un beso en sus labios y estaba listo para levantarme pero él me agarró de la muñeca y después me besó apasionadamente, yo le devolví el beso con las mismas ganas mientras el acariciaba mi espalda desnuda haciendo a mi cuerpo reaccionar con pequeños espasmos.

Se separó de mis labios y agarró mi cabeza para hacerla a un lado, le dio pequeños besitos a mi cuello y fue bajando hasta mi pectoral izquierdo donde me mordió fuertemente haciendo que abriera mis ojos por la sorpresa y un pequeño grito de dolor se escapara de mis labios.

— ¡Aaaahh, mierda! ¿Eso por qué fue? — Pregunté con un jadeo.

—Para que me recuerdes cada vez que lo veas. — A pesar de que me haya mordido le sonreí con picardía porque para ser sincero me gustó que hiciera eso, en vez de enojarme me hizo sentir hasta cierto punto querido por él.

—Mmm, pues yo también quiero que me recuerdes. —Alcé una ceja y él sonrió triunfante.

—Oh, créeme que por nada del mundo puedo sacarte de mi cabeza, precioso, estas grabado en mi mente de manera irreversible. — Me sonrojé porque ciertamente eso parecía como una declaración pero tal vez solo estaba imaginando cosas que no son, así que lo mejor será no tomarle mucha importancia.