Club Paradise |Larry Stylinson| (M-preg)

Capítulo 16

(HARRY'S POV)

Sábado 10:20 am

Iba bajando por las escaleras de camino hacia la cocina, después de despertarme me di una ducha y decidí que era hora de desayunar algo ya que mi estómago me estaba reclamando por comida. Y sí, como predije amanecí con un fuerte dolor de trasero, pero ni modo, son las consecuencias de una noche desenfrenada de sexo. Al llegar al primer piso mis padres y mi hermana ya estaban desayunando en el comedor.

—Buenos días familia. — Los saludé, les di un beso en la mejilla a los tres y me senté al lado de mi papá.

Hice una pequeña mueca al sentarme y gracias al cielo mordí mi labio antes de quejarme adolorido.

*Aguántate, Harry*

Todo sea por el bendito sexo.

—Buenos días mi amor. — Mi mamá me sonrío con ternura.

— ¿Cómo amaneció mi hermoso bebe? — Mi papá me tomo de las mejillas y las apretó con sus dedos.

— ¡Aaaauu! suelta, suelta. — Le di manotazos en los brazos y el me soltó con una sonrisa divertida.

—Te vez terrible hermanito ¿A qué hora llegaste anoche? — Gemma me dio una sonrisa pícara y yo le lancé una mirada fulminante.

— ¿Saliste anoche? No me di cuenta. — Dijo mi mamá frunciendo el ceño.

—Ah, sí, fui al cine con Liam y Niall. — Le sonreí nerviosamente, espero que se lo crea.

En eso llegó la señora Smith con mi desayuno y yo empecé a comer, de vez en cuando sentía miradas en mí, volteé a ver a mi papá y lo encontré mirándome raro.

— ¿Qué pasa? — Le pregunté con las cejas arqueadas.

—No te creo eso de que fuiste al cine anoche con Niall y Liam. Conozco ese semblante que tienes, seguro tuviste una noche bastante caliente ¿cierto? — Mi papá me veía con una sonrisa pícara y una ceja arqueada.

¡Qué mierda!

Entendí esa referencia.

Sentí mi cara sonrojarse y la sorpresa me hizo ahogarme con el jugo que estaba tomando, empecé a toser y escuché las risas de los tres. Respiré profundamente y eso hizo que dejara de toser. Cuando pude recuperarme de ese ataque de toz le respondí:

—No es cierto. — Sentencié con un rastro de vergüenza asomándose todavía en mis calientes y rojas mejillas.

—Aja, entonces por que llegaste a las tres de la mañana y traes esas marcas en el cuello. — Ahora los tres me miraban fijamente y con una sonrisa burlona en los labios.

¡Maldición! Olvidé las marcas en mi cuello por completo. De nuevo.

*Eres un idiota, idiota, idiota* Me di una cachetada mentalmente.

En mi defensa soy un completo zombi en las mañanas y más si estoy desvelado y no tengo mis gafas puestas.

—Ah, eso..., eso es alergia. — Les dije y traté de lucir calmado.

—Claro, alergia. — Dijo irónico mi papá. — Ahora así se les llama a los chupetones.

—De verdad es alergia ¿Por qué no confías en mí? — Me hice el indignado y él frunció el ceño con desconfianza.

—A mí no me engañas mocoso, se exactamente como lucen los chupetones y esos que traes ahí. — Señalo mi cuello. — Son chupetones.

— ¡Que no son chupetones! — Dije con fastidio.