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LYAN

—¿Podemos seguir hablando de esto en otro momento?— me pidió la Anto. —Por favor...

Me acerqué a ella y con mis dos manos tomé su rostro. La miré a sus hermosos ojos azules y después le di un beso en su frente.

Me aleje de ella, me di media vuelta y salí de la bodega. La tienda estaba con la misma cantidad de personas que siempre.

Mi hermana se acercó a mi.

—請回到你的帖子. 我必須為一些客戶提供服務. [1. Regresa a tu puesto por favor, tengo que atender unos clientes.]

Asenti y empecé a buscar a mi papá, una vez que no lo encontré, le pregunté a mi hermana sobre él.

—在箱子裡,一如既往. — [3. En la caja, como siempre.] se encogió de hombros y después fue a atender a los clientes de los que me había hablado segundos antes.

Volví a mi lugar de trabajo y comencé a atender algunas niñas de los colegios.

—¿Mucho trabajo?— Maylin pasó por detrás del mesón, se acercó a mi y me saludó.

—No mucho.— hice una mueca y luego suspire.

Una niña me saludó, me pasó su mochila, yo la tome al mismo tiempo que me giraba para dejarla en la estantería y pasarle su tapa de cartón con el número.

—Supe que la Antonella está trabajando aquí.— levantó sus cejas y luego sonrió mientras me codeaba solo para molestarme.

—Vino a reemplazar a la Camila.— respondí con sinceridad.

—¿Que le pasó?— preguntó con un poco de preocupación.

—No lo sé, tal vez se le presentó un percance. — me encogi de hombros.

—Tengo que decirte algo.— mi mejor amiga se mordió su labio inferior.

Entrecerre mis ojos y la analice detenidamente.

Conocía muy bien esa cara.

—Te escucho...— me cruce de brazos.

—Conocí a un chileno. — se tapó la cara.

—¿Dónde y como se llama?— comencé con las preguntas básicas de mi interrogatorio.

—Por Facebook y su nombre es Fabián.— sonrió.

—¿Fabián?— frunci mi ceño.

—Si...— soltó un suspiro de niña enamorada. —Fabián.

—Yo conozco a un Fabián y es el novio de la Anto.

Seguí atendiendo a las personas mientras hablaba con la Maylin hasta que vi entrar a una señora bastante familiar.

—No creo que sea el mismo, Lyan. Además hay millones de Fabián y por lo menos él, me dijo que no tenía nada con nadie.

—A no ser que te esté mintiendo.— me encogi de hombros.

—Nos vamos a ver dentro de muy poco. — comenzó a saltar como una niña de cinco años con muñeca nueva.

—¿¡Qué!? Maylin eso es peligroso. Tienes que tener mucho cuidado. — la aconseje.

—安靜,我掌握了一切. —[4. tranquilo, tengo todo bajo control.] sonrió y luego salió de la tienda como si nada.

ANTO

Solo me faltaba una caja de ropa por ordenar y podría irme a casa... ¡Al fin!

Creo que ahora puedo entender mejor a mi mejor amiga cuando no quiere salir conmigo porque está cansada por culpa del trabajo. Esto agota a cualquiera.

Chino culiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora