Anto
—¿A qué veni pa' mi pieza?— lo quedé mirando totalmente confundida y atine a ponerme la polera y el poleron que estaban sobre mi cama en un tiempo récord.
El Lyan seguía junto a mi pero con dificultad para mantenerse de pie asi que lo agarre de la manga de su poleron y lo senté en mi cama mientras el Fabián seguía ahí como si nada.
—¿Me vas a responder o te vas a quedar parado ahí como ahueonao?— caminé hasta donde él se encontraba, con unos centímetros de distancia. —¡Responde!
Silencio culiao, me estaba empezando a poner nerviosa por el simple hecho de que él no decía ni una huea.
—No te puedo decir.— junto sus labios y negó con su cabeza.
—¿Por qué no?— frunci el ceño. —Tengo todo el derecho de saber que huea queriai hacer en mi pieza.
—Si sé y no es nada malo, créeme.
—Entonces si no es nada malo, cuéntame luego Fabián porque me voy a terminar enojando y tú me conocí enoja. No te conviene verme así.
—Filo, Anto. Disfruta con tu mino mejor.— comenzó a caminar por el pasillo pero alcancé a tomarlo de su antebrazo.
—Dime.
Él lanzó un suspiro y agachó su cabeza. Solté su brazo lentamente y se volteó para mirarme.
—Quería... quería ver las fotos. Las fotos que tienes en tu mueble de cuando éramos pendejos. Creí que si veía nuestras fotos por última vez iba a poder entender en que minuto lo nuestro se fue a la cresta.— confesó.
—Fabián...
—Tranqui Anto. Esta huea fue culpa de los dos. Si fuimos capaces de mirar pa'l lado era porque nunca estuvimos enamorados el uno del otro.— se encogió de hombros. —De verdad quiero que seai feliz porque te lo mereces.— se acercó a mi, puso ambas manos en mis mejillas y me dio un beso en la frente —Te quiero, rucia.
—¿Podemos ser amigos como antes?— le pregunté mientras se alejaba unos pasos. —Nosotros siempre hemos funcionado mejor como amigos.— hice un puchero.
—Ven pa' aca oh.— se acercó nuevamente y me abrazó. Oculte mi cara en su pecho permitiéndole a mis fosas nasales ser invadidas por su perfume agua brava.
(...)
—¿Y que quería?— preguntó la Cami dándole un sorbo a su cerveza. —Culiao barsa.
—Yo creo que quería sacarte un colale pa' tenerlo de recuerdo.— opinó la Maca.
—Oye, yo no uso colale— le lancé una mirada asesina.
—Si po Maca, como no cachai que la Anto usa puros calzones de abuela...
—Si po... ¡oye!— le pegué un codazo para que me dejarán de molestar.
Para que esta era la noche perfecta para molestar a la pobre e indefensa Antonella.
Aunque igual los calzones de abuela son super calentitos, salvan caleta cuando ando con el Andres.
¡Si ya lo dije y que!
—¡Ya po! cuéntanos que quería.— la cami me pegó en la pierna para que le prestará atención. —No quiero me dejes con la duda.
—Quería hacer las pases.— me encogi de hombros. —O sea entró a mi pieza porque le bajó la depre y quería ver las fotos que teníamos juntos, eso es todo.
En un rapido reflejo pude ver como venía bajando las escaleras el Fabián y se despedía de mi con un asentimiento de cabeza, yo por mi parte le respondí de la misma manera hasta que volví a centrar mi vista en la escalera y esta vez el que venía bajando era el Lyan un poco más recuperado de su borrachera.
ESTÁS LEYENDO
Chino culiao
Humor«Yo no voy a dejar que mi hijo cometa el mismo error de su Papá.» #28 EN HISTORIA CORTA♡. 18 de Diciembre 2017. #15 EN HUMOR♡. 24 de Febrero 2018. ¡Gracias!