ANTO
—Sorry flaco pero no podi venir con nosotros.— habló el Benja por mí. —¿Vamos, Anto?
Apenas escuché lo que dijo el Benjamín, quise pegarme un combo en la cara porque con un palmetazo no iba a hacer suficiente.
El Lyan me miró alzando sus cejas, esperando a que una palabra saliera de mi boca.
—¿No vay a decir nada?— el chino que estaba frente a mi, se cruzó de brazos, adoptando una posición de rudo.
Pero con esa carita de guagua que tenía no intimidaba a nadie po hueon ¡Todo lo contrario! Daban ganas de apretarle esos cachetitos lindos que tenía y si... me refiero a los del poto porque desperté coqueta hoy día.
—Anto— me reprendió el Benja. —Te estamos esperando...
Les lancé una mirada rápida a ambos y luego fijé mi completa y total atención en el Lyan.
—¿Queri ir a tomarte una chelita con nosotros?
(...)
—¡NO ME QUIERO IR A DORMIR, QUIERO SEGUIR BAILANDO, QUIERO SEGUIR TOMANDO VINO HASTA MORIRRRRR!— cantaba el Benja mientras que con su brazo izquierdo rodeaba los hombros del Lyan.
Nunca pensé ver al Lyan y al Benjamín tan amistosamente, parecían mejores amigos de toda la vida.
Estábamos en un muelle haciéndonos mierda el hígado de tanto tomar. Todos lo necesitábamos. El Lyan no quería estar en la tienda y no le quiero preguntar el porque. El Benjamín está celebrando mi primer y último día de pega ¿Esa huea cuenta? Y yo... yo estoy intentando olvidar lo que pasó con el Fabián.
—¡ESE FAROL NO ALUMBRA, NO ALUMBRA ESE FAROL!— canté.
—¡PÓNGALE PÓNGALE PÓNGALE...!— me siguió el Benja mientras que el Lyan se reía. El pobrecito no cachaba las canciones que cantabamos pero tampoco era impedimento pa' que huebiara con nosotros.
—Voy a mear.— avisó el Benja mientras caminaba detrás de unas rocas grandes que habían.
El weon apenas se podía mantener parado y de nosotros tres, yo era la que estaba en mejor estado. Tenía que dar el ejemplo po...
No caché cuando el Lyan se empezó a acercar y en un movimiento rápido, me tomó con ambas manos mis mejillas, acercó su cara a la mía, me miró directo a los ojos y luego a mis labios para finalmente darme un beso. No era un beso intenso o rápido, era lento y suave... un beso lindo.
—¿Te dije alguna vez que hay una chilena que me tiene loco?— se alejo y luego puso su cabeza en mis piernas mientras que con su mano rozaba mi mejilla izquierda. Una sonrisa apareció en la comisura de sus labios. Yo estaba acariciando suavemente su pelito. —Te quiero Anto.— confesó y luego cerró sus ojitos, quedándose raja dormido.
(...)
Abrí mis ojos lentamente y caché que estaba acostada en mi cama con una mano rodeandome la cintura.
Esperen...
¿Qué huea?
¿Como cresta llegué a mi casa y de quién chucha es ese brazo?
Tomé el brazo con cuidado y miedo a la vez, lo quité de mi cintura y luego comencé a voltearme lentamente para ver de quién se trataba.
SANTA CACHUCHA
SANTA MARÍA Y JOSÉ
C MANA SANTA
C MANA SANTÍSIMA
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Chino culiao
Humor«Yo no voy a dejar que mi hijo cometa el mismo error de su Papá.» #28 EN HISTORIA CORTA♡. 18 de Diciembre 2017. #15 EN HUMOR♡. 24 de Febrero 2018. ¡Gracias!