I like you -Noah Schnapp y tú- PAUSADA.

No te confundas.

Maratón 4/4.

Dos semanas después...

-No llores más -Finn besó mi frente- Ahora necesitas estar bien.

-Sí, ya sé -solté un suspiro- Es que Noah es un idiota.

-Pero es el idiota al que amas -sonrió, haciéndome reír- Así que te aconsejo que te quedes aquí, descanses, y no hagas ninguna tontería que después te puedas arrepentir.

-¿Y si ella sigue viniendo?

-No le tengas miedo, ¿Okey? -me dio un abrazo de despedida, porque sí, se tenía que ir- Ella sólo te está amenazando, pero no va a ir más allá. Y si viene, no le abras.

-Okey -asentí- Nos vemos después.

Finn se fue de mi casa, tenía que ensayar bastante con su banda y no lo seguiría molestando con mis problemas. Hoy llegó aquí y me vio mal, aunque insistí en que no se preocupara por mí, se quedó conmigo hasta que me sintiera más calmada.

Tomé un pequeño recipiente con helado y lo llevé a mi habitación, necesitaba distraerme con algo más.
Busqué una de mis series favoritas en Netflix y la empecé a ver.

Para mi gran suerte, el capítulo que estaba viendo era romántico, demasiado para mí. ¿No hay momento en el que la mala suerte no me persiga? Simplemente me salí de ahí y me quedé en silencio, por lo menos aún me quedaba helado, lo que me hacía sentir mínimamente feliz.

No sabía qué hacer, tratar de demostrarle a Noah que fue ella la que hizo todo será difícil, sólo quiero que me pida perdón, y que en verdad me conozca lo suficiente como para saber que no sería tan estúpida como para hacer algo así.

Mi celular sonó sacándome de todo mis pensamientos, al parecer tenía un mensaje nuevo.

Lo revisé y era así. Tenía un audio de 15 segundos enviado desde un número desconocido. Pensé mucho en si escucharlo o no, quizás sería alguna broma de mal gusto o algo por estilo, pero la curiosidad de saber realmente qué era me ganó.

"Hola princesita -se escuchó su risa- ¿Cómo ha ido tu día? Me imagino que mal, supongo que ya terminaste tu linda y hermosa relación, y en serio lo siento. Pero eso realmente no tenía ningún  futuro, yo la había destruido de todas formas. Y tranquila, si tú no dices nada de esto a Noah, no haré nada más".

Estaba chica necesitaba ayuda urgentemente, en serio la necesitaba. Ni siquiera sé de dónde saca información mía, por lo que veo, ya tiene mi dirección, mi nombre, tiene mis fotos y ahora mi número de celular.

Me puse rápidamente mi chaqueta y salí casi corriendo a la casa de Noah. No pretendía que volviéramos a estar bien, porque aún estoy demasiado enojada con él, pero era el único que podía ayudarme para parar todo esto. Necesitaba ayuda de él, no seguiré con esa chica detrás de mí, ni soportaré sus amenazas.

****

-____, yo... -no lo dejé hablar.

-Mira, no vengo aquí para tener más problemas, pero necesito mostrarte algo.

-Claro, pasa.

Entré a su casa y la observé un par de segundos, en todo este tiempo no había venido aquí, era obvio que no vendría. Al parecer sus padres no estaban.

-Antes... ¿Podrías ponerte una camisa? -intenté desviar mi mirada.

-¿Qué? 

-Estás sin nada -reí nerviosa- Y es... incómodo.

-Oh, sí, claro -rió y fue a una de las habitaciones de la casa para luego volver conmigo con algo puesto.

-Okey -suspiré- No quiero lograr nada más que te des realmente cuenta de esto.

Saqué mi teléfono y lo dejé sobre la mesita que estaba en frente de nosotros mientras que tomábamos asiento en una de las sillas que había.
Di un largo suspiro y decidí darle "play". Eran sólo 15 segundos, pero escucharlo con él se hacia mucho más largo.

El audio terminó y yo miré a Noah. Tenía su mirada clavada en el piso, sin ninguna expresión en su rostro.

No quise decir nada, quizás él estaba analizando lo que había escuchado hace unos minutos, así que dejé que pasara el tiempo hasta que él se dispusiera a decir algo.

-N-Nunca pensé que esto sería verdad -pasó ambas de sus manos por su rostro.

-Yo tampoco imaginé que no creerías a mí y que... -me interrumpió.

-Te agradecería que no me lo recordaras, y sí, ya sé que me equivoqué.

-Qué bueno que lo sepas -fingí una sonrisa y abrí la puerta- Ya me tengo que ir, espero que puedas hablar con ella y hacer algo. No quiero que siga con esto.

-No, no volverá a pasar -hizo una pausa, haciendo que quedara un silencio incómodo- Lo siento. No sé en qué estaba pensando cuando no creí en ti.

-Todo está bien -dije seria.

-Gracias -sonrió de lado- Entonces... ¿Estamos bien?

-No te confundas Noah. No quiero que haya más problemas, por eso te perdono, pero eso no quiere decir que sigamos como si nada pasó.

-Sé que te hice sentir muy mal -bajó la mirada- Pero... Estaré aquí para ti, ¿Okey?

-Gracias -caminé hacia afuera y sentí la mirada de él sobre mí.

Me di vuelta y nos miramos por varios segundos, aunque no quería admitirlo, tenía muchas ganas de besarlo y estar con él. Decirle que nadie nos iba a separar... Pero no, no puedo hacerlo todo tan fácil.

-Te quiero -dijo con una sonrisa tímida en su rostro.

No dije nada y me alejé de su casa, necesito que todo se solucione y volver a estar bien con Noah. Lo necesito.