Hola y Adiós

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Recapitulemos. No tenía una casa a la cual llegar, no quería hacerlo tampoco, "la situación" no se iba con el alcohol pero me aliviaba, quería estar de fiesta para siempre y tenía la convicción de que en realidad podía estarlo (se dan cuenta de lo estúpida que soy?). 

Con Eli estábamos en la casa de una de sus amigas de la universidad, estaba dando una fiesta bastante buena, ¿Por qué? había mucho alcohol y el ambiente prometía otra cosas. Estaba en un barrio totalmente desconocido para mí, mucho más acomodado que el mío, parecía también que a los vecinos no les importaba el escándalo que se estaba armando porque ni un aviso nos llegó de su parte. Eli estaba preocupada por mí, se le notaba pero luego de una conversación seria en su auto, acepto dejar de comportarse como mi madre y dejarme pasarla bien. Confiaba en que sus compañeros de carrera no me hicieran ni dieran algo que "no debían" así que tomamos caminos separados. 

Resultó que no solo habían compañeros de Eli en esa fiesta, la casa era muy grande y al parecer Britt, la amiga de mi amiga, era muy sociable. En el patio trasero de la casa a la orilla de la piscina conocí a un par de chicas, Olive y Casey, eran muy simpáticas y solidarias... se preguntaran de qué diablos estoy hablando, bueno, sé que no soy un ejemplo de chica buena y correcta y ya se habrán dado cuenta de eso, así que sin rodeos les diré que esas agradables chicas y yo compartimos más de un gramo de marihuana. 

Olive se enredó su rubia cabellera en una coleta alta y comenzó a quemar la hierba en su pipa de vidrio de color rosa. No les mentiré, había tenido ya un par de varias experiencias con el THC, y no la había considerado hasta el momento porque en vez de apagar mi cabeza la expandía a gran velocidad, pero tenía una gran necesidad de sentir el humo en mis pulmones y sentir cosquilleos en mi sangre a los momentos después. No lo pensé dos veces cuando me pasó su encendedor y pipa, hice lo que tenía que hacer. Olive tenía el humo retenido en el pecho y esperó a que yo aspirara para que lo soltáramos al mismo tiempo. Al hacernos reímos, luego nos dimos cuenta de que un par de chicos nos miraban con cara de babosos mientras probablemente se imaginaban una serie de fantasías con nosotras, a mi no me importó, ni siquiera me molestó... ya estaba volando. 

Amaba a estas dos nuevas amigas, me mantenían riendo y cantando tontas canciones de rap mientras bailábamos, lo mejor de todo, era no me preguntaban absolutamente nada que yo no quisiera responder. Casey sintió hambre y entró a buscar comida mientras Olive iba al baño, yo me quede medio minuto sentada en una silla de playa sola y eso bastó para que mi cabeza comenzara a lanzarme malas jugadas. Necesitaba beber. Entre a la casa y fui directo a la mesa llena de ponche, cerveza y varios otros tragos. Agarré un vaso de plástico y le eche whisky, odiaba el whisky, pero me quemaba como ninguna otra cosa, mire el vaso quedándome pegada varios segundos y luego le di un sorbo haciendo una mueca de asco absoluto. Un chico alto de camiseta azul se paro a mi lado y tomó una cerveza, luego de varios segundos observándome mientras yo estaba absorta en el recorrido que estaba haciendo el whisky en mi cuerpo, me habló 

- Hola 

Me moví muy rápidamente para volver al patio dando una media vuelta (fue una mala idea), me tambalee y perdí el equilibrio, el chico rápidamente me sujeto pasando uno de sus brazos por mi cintura y sujetando de mi brazo con su otra mano.

- Wow ¿Estas bien?

 Al instante me repuse y Casey apareció al lado mío. Gire mi cabeza para mirar al chico

- Hola - le respondí. 

- ¿Vienes conmigo? - me preguntó al oído Casey 

-Sí - le respondí en voz alta - Adiós - le dije al chico y le di la espalda dirigiéndome a la piscina. 

De ahí en adelante solo consumí tequila, nada más de marihuana, con lo que había fumado me bastaba y sobraba. Luego del tercer shot de tequila deje de bailar y me senté a la orilla de la piscina sin poder moverme más en el resto de la noche. Olive, Casey y yo nos dormimos abrazadas en una de las sillas de playa junto a la piscina hasta las ocho y treinta de la mañana. Eli nos despertó, había más gente durmiendo en el resto de las sillas y dentro de la casa, cuando entramos a esta Britt, la dueña de casa, nos ofreció café. Olive y Casey resultaron ser amigas de la hermana de Britt. Estábamos todas tomando café cuando desde un pasillo salió un grupo de tres chicos y una chica, uno de ellos me parecía conocido, me miró antes de salir por la puerta y despedirse de nosotras desde el otro extremo al igual que el resto de los chicos. Forcé mi memoria... 

Quiero Salvarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora