Golpes

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Las semanas pasaron lentas, todos los días seguíamos la misma rutina. De día nos aburríamos de sobre manera, no teníamos permitido ver televisión, no teníamos manera de ingresar a internet, y ni hablar de salir de casa. De noche íbamos a trabajar de fiesta en fiesta, los lugares alternaban entre los barrios altos y los más bajos. En los altos siempre teníamos éxito. Nos habíamos cambiado de casa tal como ellos prometieron que lo haríamos, ahora estábamos en un departamento, era pequeño, solo tenía dos habitaciones, suficiente para mí y Mia. En cuanto a esta, seguíamos en paz. Richie había cambiado un poco su actitud, ya no era tan violento, de seguro por órdenes del Príncipe, al cual no había vuelto a ver, pero todo indicaba que eso cambiaría pronto. Richie me lo había advertido, cuando él llamara, yo tendría que correr. 

Una tarde Richie llegó de sorpresa al departamento con bolsas en las manos y cara de que acababa de ir de compras y lo había odiado. 

- Regalos del Príncipe, estén listas para cuando él las quiera ver, sobre todo tú Cris

-¿Regalos? ¿de qué tipo? - preguntó Mia

- Ropa - respondió

- ¿Tú la compraste? - le pregunté por su cara de cabreado 

- No, por suerte... él mismo la eligió, yo solo la pasé a retirar 

Fui hasta las bolsas para ver qué se le había ocurrido al Príncipe comprarnos. Richie me indicó cuales eran mías. Las tomé y empecé a fisgonear. 

Todo lo que había ahí, era ropa de grandes marcas, increíblemente cara. Gucci, Prada, Dolce & Gabbana, Versace... estaba alucinando. 

- ¿En qué mundo quiere que nos vistamos así? si vamos de fiesta por Miami con esto puesto... nos dejarán en medio de la calle con nada más que las bragas puestas - dije 

- No todo es tan sofisticado, hay atuendos más casuales también - me dijo Mia que igualmente hurgaba en sus bolsas.

Tenía razón, habían cosas más "normales" ahí, pero seguía sin entender para qué tantos regalos.

- ¿Cuál es la razón por la que nuestro jefe nos obsequia todo esto? - pregunté

- Supongo que le simpatizan - respondió Richie

- Cris le simpatiza - comentó Mia no muy de buena gana - más de lo que debería - agregó por lo bajo 

- Ustedes no saben eso - me defendí

- Que sigas viva lo demuestra - dijo Richie

Baje la vista hacia mis vestidos nuevos. ¿Cómo había adivinado mi talla? 

Bueno, ya que no me quedaba de otra, los aprovecharía. Me los fui a probar todos, y sí... me encantaron, no podía negar que el Príncipe tenía un gusto increíble, nunca me había puesto cosas tan caras. 

Esta vida no es tan mala como tu piensas.

Esa frase que me había dicho aquella noche, apareció en mi cabeza.

- Esta ropa... es asombrosa - dijo Mia entrando en mi habitación. Me pillo con un jumpsuit beige con detalles en dorado de Dolce & Gabbana, ella estaba en un vestido corto y metálico muy bonito

 - Wow, y pensar que te conocí con jeans rasgados y una camiseta de tirantes con un estampado de Blondie - agregó 

Fruncí el ceño e intenté hacer memoria, luego sonreí.

- Hey, eso fue exacto lo que llevaba puesto la primera vez que hablamos... lo recuerdo, pero ¿cómo lo recuerdas tú?

- Y cómo lo voy a olvidar, me encantaba Blondie

Quiero Salvarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora