Que sea lo que el diablo quiera

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¿Creyeron que mi noche acabaría ahí? Pues no, Patrick, uno de mis amigos, se preocupo y salió a buscarme, por suerte me encontró antes de que me asaltaran o raptaran. Me despertó y me dijo que era hora de ir a casa

- No quiero ir a casa - le dije determinante - quiero seguir bebiendo 

- ¿Estás loca? Cris qué demonios te ocurre, estás borracha, te acabas de quedar inconsciente en mitad de la calle, no puedes seguir bebiendo, no te dejaré  - me habló con firmeza y mirándome muy molesto 

- Pues entonces consígueme algo más que me pueda mantener borrada el resto de la noche

-Cris, ya casi no queda noche, los chicos me dijeron que nos iríamos al encontrarte - insistió 

Me quede en silencio un momento pensando en cómo convencerlo

- ¿Al menos me das un cigarro? - le pregunté balanceándome

Eso lo saco de quicio 

-¡Pero si tu no fumas! - luego de eso me tomo de un brazo, me entró al antro y buscó a Elizabeth la cual le dijo a Patrick un par de cosas que ya no escuche por la música, en un momento de descuido me solté de su mano y me di media vuelta. Me encontré con un chico de mi altura y de cabello rubio que tenía una cerveza en la mano, lo saludé, me miro confundido y me devolvió el saludo. Me acerque a su oído para que me escuchara 

- ¿Me das un sorbo de tu cerveza? - le pregunto 

El chico se encogió de hombros aun muy confundido y me acerco la botella con timidez, la agarre y le di un gran, gran, sorbo. La mano de Patrick en la botella me detuvo, me la arrancó y se la devolvió al sujeto al cual miro con desaprobación. 

- Nos vamos pero ya - me dijo Elizabeth con la misma expresión de mi amigo

- Eli, en serio en serio no quiero ir a casa de mamá, por favor no me lleves ahí - le rogué casi al borde de las lagrimas

Ella se dio cuenta de que esa no era una buena idea y me aseguró que no me abandonaría ahí. 

***

A la mañana siguiente me desperté en la habitación de Elizabeth que estaba tumbada al lado mío. Busque mi móvil y vi que eran las 12 del día y que mi estomago rugía desquiciadamente. Baje a la cocina, la mamá de Eli estaba ahí preparando el almuerzo, su hija más pequeña estaba sentada en el sofá mirando televisión, ni siquiera me noto pasar.

- Hola, Cris ¿Cómo amaneciste? - me preguntó con mucho amor la señora Edwards

- Estoy bien - mentí. La cabeza me quería explotar y me dolía todo el cuerpo. Por supuesto ella no me creyó, saco dos aspirinas de una de las alacenas de la cocina y me dio un vaso con agua fría. Le sonreí en agradecimiento. 

Luego me acerco un bowl con cereal y leche y una taza de café, sonreí al darme cuenta de que el cereal era el mismo que Eli y yo comíamos cuando eramos niñas.

- Ella lo sigue comiendo - me explicó 

Cuando me lo estaba terminando de devorar apareció mi amiga. Se preparó tostadas y se sentó al lado mío en la mesa, la señora Edwards nos pidió cuidar las ollas con comida que estaba preparando mientras iba a ver la lavadora. Cuando ella se fue Eli comenzó a atacarme 

- Tienes que decirme qué esta pasando contigo

- Estoy bien, estamos en vacaciones de primavera, solo quiero divertirme antes de entrar a clases

Ella no se convenció, pero no siguió preguntando 

- Salgamos esta noche - le dije en voz baja 

Ella suspiro 

-No 

- Si no me acompañas iré sola de todas formas 

Puso sus manos en su rostro y negó con la cabeza. 

- ¿Por qué no quieres ir a casa? - me preguntó 

- Mamá esta molesta 

- ¿Por qué?

- No he sido muy buena esta ultima semana, y no quiero hablarle, así que ella ya no me habla 

Eli suspiro con angustia 

- Tienes que ir a tu casa, tu ropa apesta a licor 

Me quedé en silencio 

- Iré - respondí seria

- Te pasó a buscar a las once

Sonreí y bese su mejilla. Otra noche de fiesta me contendría. 

***

Lamentablemente mi noche no sería tan exitosa, a las 6 llegue a casa de mi madre, ella estaba llegando de trabajar, nos encontramos en la entrada

- ¿Qué haces aquí? - me preguntó con furia en los ojos

- Vivo aquí

- Cuando se te da la gana 

- De todas forma vivo aquí

Entramos a la casa y mamá tiro sobre el sofá la cartera

- Dónde estuviste

- En casa de Elizabeth - no era mentira estuve ahí

Mamá en serio estaba molesta

- No has empacado nada, la universidad empieza la otra semana y parece que no tienes intenciones de volver

Suspiré y me tire sobre el sofá. Mamá se acercó a mi y me comenzó a oler

- Tu ropa apesta, date un baño y quítate esa porquería 

- Estaba pensando usarla esta noche en una fiesta a la que iré

Ella se puso enfrente mío y me miro como nunca antes, al parecer jamás le había dicho algo tan indignante

- ¿Qué? Espanta a los chicos, no creo que quieras ser abuela 

- ¿Volverás a salir esta noche? - gritó - ni lo sueñes, no dejaré que eso pase estas castigada

Me levanté y la mire con odio 

- Mamá, no puedes castigarme ¿si sabes que tengo 20 años? no puedes prohibirme nada, desde cuándo lo haces

- Desde que sales de casa y no vuelves hasta el otro día, o quizás desde que te tomas mi vino a escondidas encerrada en tu habitación 

- Tú me dijiste que debería salir - replique mientras me encaminaba a la cocina 

- Sí pero no volverte una borracha y andar con pinta de prostituta sadomasoquista 

No pude evitar reírme mientras le daba la espalda

-Créeme así no es como se visten  

Me fue a encarar hasta la cocina y soltó su amenaza

- Cristine, si sales esta noche, no te molestes en volver

Nos miramos directo a los ojos en un batalla que ninguna de las dos estábamos dispuesta a hacer. Me hubiera gustado que simplemente me apoyara con su silencio y me dejara hacer lo que quisiera. Pero si solo se ponía en mi contra, estaba bien para mí. Me dirigí a mi habitación y cerré la puerta de un golpe dándole a entender que aceptaba el desafío. 

Me bañe y vestí con un par de shorts y una camiseta negra rasgada por los lados, me maquille y me puse mis zapatillas. A las once Eli llegó tal como lo planeamos, al verla mamá me gritó que ni se me ocurriera estar en otra cosa que no fuera pijama, pero cuando baje y me vio desde la escalera enloqueció.

- Mamá hazme el favor de no meterme en mi vida por favor

- No vuelvas

- No lo haré 

Salí en dirección al auto de Eli y me subí sin mirar atrás. No había vuelta atrás

Quiero Salvarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora