Muchos pensamientos

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No salí de casa en los siguientes tres días, la mayor parte del tiempo me la pasé durmiendo, el resto fumando hierba, viendo películas o en intensas jornadas de compras por internet. Mamá entró a mi habitación en la mitad de una de esas sesiones. 

- Cris... ¿puedo saber por qué acabas de comprar un libro de casi cien dólares en Amazon? - me preguntó 

- Lo necesito

- ¿Y cómo lo pagarás?

- Tú lo pagarás

- ¿Disculpa?

- Bueno, tú lo pagarás por el momento, luego te lo reembolsaré 

- ¿Y cómo harás eso?

- Conseguí un empleo

Se sentó en la cama frente a mí. 

- ¿En serio? ¿dónde? 

- En un jardín, vendiendo plantas, maceteros y todas esas cosas. Esta en la avenida Collage, es un lugar muy bonito

- Eso es genial hija, un trabajo te hará muy bien... sobre todo desde que no sé nada de Evan

Sabía que tarde o temprano él aparecería en la conversación. Aparte la mirada de la pantalla del computador.

- ¿Qué quieres decir?

- Que ya no has ido a su casa... y no me has hablado de él, ¿qué pasó?

Suspiré.

- Nada pasó mamá, es solo que me dieron ganas de estar más en casa, tener tiempo a solas, no sé, comprar por internet

- Si quieres un consejo, te diría que gastaras tu dinero, luego de tenerlo

- Lo sé, es solo que me emocioné, sobre todo con ese libro oriental

- Tendrás que pagar por todo ello, en serio - me advirtió

- Lo haré mamá, lo prometo

- Y llamarás a Evan - me dijo con el mismo tono severo

- ¿Qué?

- Has estado aquí encerrada consumiendo no sé qué porquería, y honestamente prefiero que no me digas, sin poner un pie fuera de la casa. Algo pasó entre ustedes, y tienen que resolverlo

- Mamá, no todo se trata sobre chicos ¿sabías?

Puso los ojos en blanco.

- Claro que lo sé, pero te conozco, y sé cuando tienes una pena de amor... aún no olvido como estuviste durante las vacaciones de primavera, eso sí fue un escenario trágico, y aunque no me dijiste nada, sé que fue por una desilución amorosa

Me quedé callada.

- Sé que te gusta, así que llámalo... y ya deja de fumar cosas extrañas

Solté una carcajada.

- Esta bien mamá, no te preocupes

Se levantó para retirarse.

- ¿Cuándo entras a trabajar?

- La próxima semana

- Entonces aprovecha tu tiempo libre en algo que no sean las compras por internet, por favor

Me dejó sola. Le eché un vistazo a mi móvil con timidez. Tenía cientos de mensajes de Evan y muchas llamadas perdidas de él desde hacía días. Lo extrañaba, pero necesitaba un tiempo a solas, necesitaba pensar. Y quería seguir borrandome todo lo que se me antojaba, eso no lo podía hacer con él. 

Quiero Salvarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora