Quiero Salvarte (COMPLETA)

El Príncipe

En qué diablos estaba metida ahora. Tenía frente a mí a un sujeto que se apodaba "Príncipe", tenía un aura siniestra, los anillos en sus dedos me deslumbraban y su perfume parecía no despegarse de mi olfato, me llegaba a aturdir. Me causaba muchas cosas a la vez, en primer lugar, miedo, en segundo lugar, intriga, y de ahí hacia abajo una serie de preguntas como por qué tenía ese nombre tan extraño, por qué estábamos tratando con él, si nos iba a matar o si estaría satisfecho con la ventas de la noche, y principalmente, cómo lograba que su cabello se viera así de bien.

Mia y yo nos miramos por un segundo y pudimos darnos cuenta de que estábamos en la misma situación, tensas y muy confundidas. 

- Cristine y Amelia ¿no es así? - habló 

- Sí - respondí con seguridad

Él sonrió y asintió con la cabeza.

- ¿Cómo se la están pasando en la fiesta?

Tragué saliva. Con valentía gire la cabeza para mirar a Richie, no sabía ni qué responder. El idiota de Richie me clavó los ojos y me hizo un leve movimiento con las cejas y la cabeza para que me diera vuelta y contestara. Recordé los consejos que me había dado durante el camino. "Sean respetuosas, sobre todo tú Cris, acata todo lo que el jefe te diga, que ni se te ocurra contestarle, habla solo cuando el te pida que lo hagas". A la mierda, no iba a seguir esas instrucciones de porquería ni loca, prefería ser honesta y si al señor Príncipe no le agradaba, pues ni modo, cavaría mi propia tumba.

- Demasiado burguesa para nosotras a decir verdad, pero tenían buen alcohol - respondí con tranquilidad y soltura de cuerpo

Él se quedó sin expresión alguna por un par de segundos en los cuales sentí que Mia me miraba con fuego en los ojos y Richie a mis espaldas quería ahorcarme. Luego toda la tensión se rompió porque el Príncipe comenzó a reír.

- Puede que tengas razón, aquí la gente es muy aburrida, le haré saber de tu observación al anfitrión 

- ¿No es tú casa?

- No, yo aquí soy simplemente... un abastecedor, un trabajador

¿Él? ¿trabajador? Ja, sí claro.

- Estoy aquí haciendo negocios... y hablando de eso, déjenme felicitarlas chicas, se lucieron hoy, fueron las ganadoras de la noche

¿Ganadoras? ¿había una competencia y no nos enteramos? 

- ¿Disculpe? - dijo Amelia 

Él miró a nuestras espaldas, seguramente en busca de Richie.

- Ricardo no les dijo nada al parecer - comentó

- No tenía autorización para hacerlo, Príncipe - respondió Richie como si le hablara a un general

El Príncipe hizo una seña con la mano en el aire como si no importara, se giró y caminó hasta una mesa con licores y una cubeta con cubos de hielo. Comenzó a preparar algo mientras nos hablaba.

- Se habrán dado cuenta de que la fiesta estaba llena de jovencitas como ustedes

No realmente. 

- Ellas estaban aquí para hacer lo mismo que ustedes, pero no lo hicieron tan bien... así que ustedes se coronan como las ganadoras, realmente arrasaron

Un miedo me invadió sin compasión. 

- Y qué pasará con las otras chicas - pregunté con un nudo en la garganta

Él se giró nuevamente con dos vasos de Whisky, uno  en cada mano, hizo una expresión como de despreocupación, se acercó a nosotras y nos extendió los tragos. Nos miramos, y luego los recibimos.