Evan, no

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Llevaba mucho tiempo encerrada en mi habitación leyendo infinidades de textos para el examen del lunes. Sin distracciones como redes sociales, sin siquiera tomar el móvil, salía para comer y tomar aire fresco. En parte, me gustaba estar así, la presión no me permitía pensar en otras cosas, y supongo que saben a que otras cosas me refiero, una que no puedo ni nombrar y otra con ojos café oscuros.

Mi examen era sobre metodología de la investigación histórica, no era el ramo más fácil ni mi favorito, pero si estaba ahí era porque me gustaba lo que hacía y se me daba bien, así que con un poco de tiempo y mucha concentración podía pasar sin problemas. Era sábado, y sí, era el día de la fiesta en la casa de Britt, pero las ganas de ir ya se me habían olvidado igual que las ganas de ver a Evan. Pero seguía sin sacármelo de la cabeza. Habíamos hablado un par de veces por mensaje debido a que me preguntaba cómo iba del resfríado y sí pensaba alguna vez volver a dirigirle la palabra sin sacar las uñas, a lo cual le dije no sabía. No importaba si lo pensaba, la cosa es que no le iba a decir eso NUNCA.

Vaya, quién lo diría la chica de hierro pensando en un chico.

Puse los ojos en blanco ¿alguien sabe como se apaga la MOLESTA voz interior que habla cuando uno menos quiere que lo haga?

Eran las 10 de la noche y estaba volviendo de comerme un enorme sandwich de carne grotesco, ya no estaba enferma así que... bueno la cosa es que estaba muy tranquila, como no lo estaba en mucho tiempo, de hecho había estado tan involucrada en el estudio que ni me quedaban tantas cosas por hacer, sin embargo aún no estaba segura y confiada. Estaba tomando apuntes cuando se transformó mi sábado. 

Llamada entrante de Evan.

Justo cuando creía que solo las llamadas de "la situación" podían hacer que el corazón se me detuviera. 

- Evan - le contesté como de mala gana

- Cristine Roy ¿estas muy ocupada? - esa voz

- Bastante ¿qué quieres?

- Ah pues si estas ocupada realmente lo lamento pero tendrás que desocuparte, vamos a salir

Quede totalmente desconcertada, qué diablos se creía

- ¿Disculpa? tienes que estar bromeando, yo no voy a ir a ningún lado

- Yo creo que sí, porque no vine hasta aquí para que me digas que no con tu feo ceño fruncido y tus garras afiladas

¿Qué? ¡¿Qué?! QUÉ.

Imposible.

- Imposible

- Baja a verificarlo - me desafió 

Me quedé varios segundos en silencio. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH.

- Evan no juegues, dónde estas

- Estoy en el campus, esperándote fuera por supuesto porque desgraciadamente no me dejaron pasar, buena seguridad por cierto

Okay, si todo esto era cierto, lo cual me negaba a aceptar, en serio mataría a Evan, no podía ir a meterse a mi universidad para forzarme a salir. ¿O si?

- Evan como que esto sea cierto, estas en problemas - le hablé cabreada

- Estoy dispuesto a enfrentarlos todos

Tenía que terminar con esta incertidumbre.

- Voy a bajar

- Al fin 

Me puse las zapatillas y baje a zancadas, estaba cabreada y con el corazón en la mano por solo pensar en ver a Evan con su cara de estúpido encantador en la entrada de mi universidad. Llegue en unos minutos. Le mostré mi credencial de estudiante al guardia y me dejó salir. Al mirar a la derecha estaba él ahí, apoyado sobre una pared, al frente estaba su auto estacionado. El buen clima le permitía andar solo con una camiseta de color negro y jeans oscuros. Camine hacia él y su rostro cambió de uno tranquilo a uno asustado pero divertido al mismo tiempo cuando me vio, al parecer yo iba con mucha ímpetud. Me paré en seco frente a él y me crucé de brazos.

Quiero Salvarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora