Consecuencias

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Desperté pasado el medio día, a penas comencé a abrir los ojos me di cuenta de que definitivamente ni el día siguiente a la peor borrachera del mundo en la historia de las borracheras se comparaba al día siguiente después de haber sido apuñada. No quería ni pensar en cómo se sentía el chico al que el matón estaba matando la noche anterior. 

- Por favor Satanás, llévame contigo - suplique con una voz ronca y desgastada

No sabía nada sobre cómo tratar un puñetazo, pero conocía a alguien que de seguro sí. Llevé mi mano hasta el golpe, se sentía horrible, hasta me daba miedo mirarme en el espejo. 

- Tengo que ser fuerte ¿no andaba haciéndome la muy valiente anoche?

Había llegado al campus cerca de las 5 de la mañana, para ese entonces apenas me acordaba de quién era, ya ni caminaba, mas bien arrastraba los pies de mala gana... ni siquiera me había quitado la ropa, el dolor me tenía adormecida. 

Me levanté y miré en el espejo, aparte la vista al verme así... tan pero tan demacrada. 

- ¿Qué fue lo que hiciste? - le pregunté a mi reflejo - ¿Cuándo vas a parar? 

Todo el lado derecho de mi cara estaba hinchado, desde la mandíbula hasta mis parpados, el pómulo estaba morado y toda mi zona de la ojera estaba de color rojo.

- Todo por culpa de... - me detuve - mía, al fin y al cabo toda la culpa es en realidad mía

Agarré mi móvil y llame a Jenny. 

- ¿Hola? - me contestó

- Hola Jenny, oye... ¿crees poder venir a mi habitación? ahora

- Sí, estoy libre ¿pasó algo?

- No... pero trae tu botiquín de primeros auxilios

Se quedó callada un segundo 

- ¿Qué mierda te pasó ahora?

- Mejor esperas a verlo tu misma

Me cortó. En quince minutos había llegado a mi habitación y cuando me vio no lo podía creer. Le conté cómo había ocurrido y el regaño me salió gratis. Hablaba y hablaba sobre lo irresponsable que podía llegar a ser, que no debía meterme donde no me llamaban pero que al fin y al cabo había hecho bien, todo esto mientras sacaba su equipo completo de curación. Pero antes de embarrarme todo en la cara me miro de arriba a abajo

- Tienes que ir a darte un baño, es el primer paso para curar un puñetazo 

Me parecía una idea más que buena. Le hice caso en todo lo que me decía, primero el baño, luego un banquete de anti inflamatorios, una serie de productos muy dolorosos sobre todo mi rostro hinchado, desayuno-almuerzo que ella misma me llevó y mucho, pero mucho hielo. 

No tenía ni las más mínimas intenciones de salir de mi habitación, no quería hacer nada que no implicara comer y dormir, ni siquiera me digne a tomar un solo libro en todo el día. Necesitaba descansar y relajarme un poco, Jenny era lo único que necesitaba. 

A eso de las 5 de la tarde Eli me estaba llamando, tenía un poco de dificultad para hablar pero intenté hacerlo lo mejor que podía. 

- Hola Eli - le dije 

- ¿Vas a venir a casa hoy?

- No, lamentablemente... - me dolía - recordé que tengo un trabajo que entregar el lunes, y a penas voy por la mitad, no podré ir

- ¿En serio? - se escuchaba triste - Cris tenía tantas esperanzas de verte hoy ¿estás segura de que no puedes?

- Muy segura - dije haciendo una mueca de dolor

Quiero Salvarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora