Mucho gusto

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Ya había amanecido, lo sabía porque toda mi habitación estaba iluminada. A pesar de que el estómago me gritaba exigiendo comida, no tenía la intención de levantarme. Era uno de esos días en los que todos los problemas de mi vida, o sea mi vida en sí, no dejaba ni que me moviera. Este ya era mi quinto día consecutivo, Amelia lograba sacarme de la cama solo durante la noche porque teníamos que salir de fiesta a "trabajar", de cualquier modo no lograba hacerme hablar. Mi excusa era que estaba "pensando y reflexionando" sobre todo lo que había pasado, y en realidad lo hacía, pensaba una y mil veces en Evan, en cuanto me destrozaba no poder hacer nada para poder mirarlo, aunque fuera de lejos, una vez más. Pero por sobre todo, pensaba en mi padre. 

Amelia tocó a mi puerta. No respondí. 

- Abre, sé que estás despierta

No me moví ni un milímetro para que sus sospechas se disiparan. 

- Cris - insistió

Nada.

- Te traje desayuno

Mierda, eso sonaba muy tentador. 

- Deja de hacerte la dormida, no pegaste un ojo en toda la noche, lo podría apostar

Una de las múltiples desventajas de estar metida en todo este asunto, específicamente con Mia, era que me conocía demasiado bien, aunque no me gustara admitirlo. 

- Deja de hacerte la cortés pidiéndome autorización para entrar, la maldita puerta está abierta - respondí de mala gana

Abrió, me miró de reojo y entró, traía una bandeja con café y tostadas. Bueno, a veces no era taaaan malo que me conociera tan bien. 

- Qué quieres - ladré

- Nada, que comas

- No tengo problema en hacerlo siempre y cuando este lindo gesto no derive en una conversación que no quiero tener 

- Jamás te preparía desayuno a cambio de nada, si muerdes la tostada, tendrás que hablar

Me enderecé y rodé los ojos. 

- Vamos Cris, te he dado suficiente tiempo para "pensar" - dijo haciendo comillas en el aire - tienes que decirme qué tanto piensas de una vez, me preocupas

- Amelia déjame en paz, en serio ¿qué quieres que te diga? que cada segundo que pasa me siento más muerta por dentro y me lleno de ganas de golpear a Richie y a todos sus payasos por arruinar mi vida justo cuando estaba en su mejor momento

Se quedó en silencio por un momento. 

- ¿Eso querías? - le pregunté

Comencé a comer.

- Pues ahí lo tienes - dije con la boca llena

- Tienes que sacar todo eso que sientes, exteriorizarlo... y confiar en mí. Cris, sabes que te prometí que te sacaría de esto, y lo voy a hacer

Me reí por lo bajo a modo de burla. 

- Qué

Negué con la cabeza haciéndome la desentendida.

- Nada 

- Vamos, habla, di algo por favor... hace un par de noches viste a tu padre Cris... dime qué sientes, no me digas que estás siempre de tan mal humor por culpa de Richie

- No siento nada, en lo absoluto 

- Agh

- En serio

- Estabas muy alterada esa noche

- Obvio, fue muy impactante, no me lo esperaba, pero ya lo superé, me da igual

Quiero Salvarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora