Capítulo 24.

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  -¿No irás a trabajar? –pregunto su hermana mientras comía su cereal. Jongin se tensó.


El día anterior no había ido a trabajar y el día anterior a esta, se había retirado más temprano así sin más. Era obvio que estaba más que despedido, ni siquiera había llamado o contestado su teléfono. ¿Qué demonios le diría a su hermana? No le podía decir sin más que ya no tenía trabajo, y menos ahora que había una persona más que venía en camino. Hizo una mueca. Al mirar a su hermana la vio mirándolo con el ceño fruncido, analizándolo. Trago saliva. No podía mentirle, se había prometido que ya no más mentiras entre ambos. Suspiro frustrado.



-Pues, no creo que tenga más mi empleo –fue sincero. Su hermana abrió los ojos como platos.



-¿Cómo? 



-Yo..-bajo la vista avergonzado- el día que me dejaste llegue temprano, ¿te acuerdas? –ella se sonrojo. "El día que lo había dejado" claro que lo recordaba. Asintió lentamente. –pues salí así sin más, sin permiso. Ni siquiera me acuerdo si avise, el problema más bien es que ayer no fui, no llame para avisar y mucho menos conteste ninguna llamada de la empresa. –se tapo la cara con las manos.



____ se sintió más basura aun, por sus celos y desconfianza había llevado a que su hermano perdiese aquel trabajo por el cual había luchado bastante. Le había costado tanto tiempo llegar en donde se encontraba y ahora ya no lo tenía. Se sentía realmente mal.



-Lo siento Jongin, esto es mi culpa –el negó.



-No, no digas eso.



-Sí lo es, si yo no te hubiera dejado, o mejor si hubiera confiado en ti quizás..-Jongin se levanto y la abrazo fuerte.



-Shhh.. no digas nada, las cosas suceden por algo –ella asintió- encontrare algo mejor –eso no lo creía ninguno de los dos- o puede que me den otra oportunidad –suspiro- quien sabe –se rio. 



-Ojalá Jongin, ojalá –Justin le dio un beso en la frente y la volvió a abrazar. "Ojalá" se susurro el su mente.



*** 



-Hola James –dijo Jongin incómodo.



Estaba sentado frente suyo mientras la mirada escrutadora de su jefe estaba sobre él. Por más que había conseguido un ascenso, el seguía siendo el jefe ahí. Si el estuviera en el lugar de James, era obvio que se despediría. 



-Jongin..-dijo serio- ¿Por qué no contestabas mis llamadas?



-Yo..- no podía mentir, pero si quitar algunas detalles que eran muy personales- tuve algunos problemas familiares. –James asintió.



-Sabes que apenas te hemos ascendido ¿no? – el asintió.



-¿Estoy despedido? –preguntoJongin, necesitaba ir al grano y no postergar más aquello.



-Pues, tú dirás –Jongin se removió incomodo en su asiento.



-¿Yo?



-Sí, tu. Necesito saber si esto es realmente lo que quieres hacer, si quieres irte solo debes de decirme. Te hemos dado este cargo pensando que eres el indicado, pero lo de ayer. Lo de ayer me dejo sorprendido, no apareciste y ni siquiera me atendías. 



-Lo lamento –dijo realmente arrepentido- yo no podía atenderle. Pero si quiero seguir con este trabajo, lo necesito. –James asintió.



-Entonces sigue siendo tuyo, pero por favor. Para la próxima solo dime que es lo que está pasando y yo sabré entender –Jongin asintió. 



-Claro, lo haré señor.



Se paso el día entero trabajando, tratando de recuperar aquel día perdido. Ahora ya no tenía una secretaria, más bien le habían asignado un asistente. Al parecer llevaba ya un tiempo en la empresa. Se llamaba Ted y parecía entender mucho de su trabajo. Parecía un buen muchacho y le estaba ayudando a terminar más rápido todo aquel papeleo y llamadas que debía de realizar.

 


Mientras se tomaba un descanso, recordó que Jiyeon lo había llamado. La recordaba vagamente, pero si. Ella lo había llamado y el la había tratado como una basura. Se sintió realmente enfermo. Ella era su amiga, la chica que lo había ayudado de gran manera en Italia y el la había insultado. ¿Por qué lo había llamado? Necesitaba saberlo. Tal vez lo necesitaba o algo y el solo le había dado la espalda. Gruño de frustración. Debía de tratar de ubicarla ni bien llegase a su casa. Debía de pedirle disculpas, realmente había sido un cabrón esta vez. La había cagado bien grande.



-Creo que esto es todo – le dijo Ted al entrar en su oficina quitándole de sus pensamientos.



-¿Todo? –dijo el asombrado.

-Sí, ya llame a algunas de estas personas y pude hacer las citas correspondientes. Todas en esta semana.- le aseguro. ¡Joder! Este tipo sí que era rápido. 



-Está bien, gracias Ted –el chico asintió y salió.



Al menos ya no tenía nada por hacer. No había citas en el día, ni más papeleo. Quizás debía de llegar temprano y sorprender a su hermana.


***

• ¿Amor o Obsesión? ||Jongin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora